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España España · Pasajero 58
Voto de floïd blue:
6
Western Jim Douglas persigue sin tregua a cuatro hombres, dos blancos, un mestizo y un indio, que asesinaron a su esposa. Cuando, por fin, los encuentra, están en la cárcel y van a ser ahorcados al día siguiente. Mientras espera el momento de la ejecución, alguien ayuda a los presos a escapar, pero él seguirá persiguiéndolos sin descanso. (FILMAFFINITY)
3 de abril de 2013
13 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
La bala que te mata es la que no oyes, eso será verdad, pero lo que sí es verdad del todo es que Gregory Peck es uno de los grandes. Su actuación..., o mejor dicho, su presencia, es el auténtico aliciente y el resto, con Lee Van Cleef en su registro de frío asesino, y Joan Collins, de mujer enamorada, haciendo válido el acompañamiento. Mejor con Stephen Boyd y luego Andrew Duggan haciendo de bulto vestido de cura que no sé por qué, pero no le va nada.

Toda la acción va del pueblo al rancho del vengador y del rancho ahorita mismo cruzas el río Grande y te plantas en casa del indio y entre medias todo el mundo se cruza, unos vuelven para atrás, otros van a por un caballo, vuelven y alguno ya no sabe si ir o venir. Y atención, de repente están todos los del pueblo agazapados detrás de las piedras por si les dispara el malo, en el desfiladero, y el vengador con el ayudante del sheriff y el padre de la chica hablando, delante, en medio del camino. Joer macho, con dos cojones. ¿Es que a ellos no les va a disparar el malo? ¿Por qué se cubren los demás y ellos tan tranquilos? Eso es que el vengador inspira confianza.

Entonces los malos se separan, al instante están juntos otra vez, el vengador se acerca a su rancho para dar un beso a su hija y dejar instrucciones a la chacha y sale de nuevo y ¿a quién se encuentra?, pues a Joan Collins que no sabemos dónde iba exactamente. Si llega haber una salida de metro por ahí, aparezco en un pis pas para ver la peli en directo. Y mira que tiene que ser ancho todo ese estado y podían ir por mil sitios pero no, parecía el camino del coño. Coño, el vengador; coño, el minero; coño, la chica; coño, el indio... y claro todos se conocen (menos a la mujer del vengador, hay que joerse). El viejo minero está justo en el camino y claro, todos dan con él… Por cierto, se estaba haciendo un par de huevos fritos con bacon en la sartén que me han dado unas ganas de imitarle tremendas.

Parece exagerado pero es la impresión que da el guion de la película. Mucho encuentro da un aire irreal a los distintos desplazamientos. Aparte de esto, la película tiene buenos detalles. Una historia buena de venganza, con moralina pero sobre todo estupenda ambientación local, una recia iglesia y buen pueblo.
floïd blue
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