Años 30. Franz y Fani Jägerstätter son una romántica y feliz pareja que vive rodeada de los animales de su granja que están afilando sus guadañas para quitar la mala hierba y pensar en la cosecha siguiente, plantando patatas, tirando semillas, recordando los inicios de su amor en su pequeño pueblo, Redegund, de los Alpes Austríacos. Franz no olvida la timidez de Fani (Valerie Pachner) en el día en que se conocieron; mientras tanto de lo que no son conscientes todavía es que su pueblo va a sufrir las consecuencias del Anschluss (anexión de Austria por la Alemania Nazi) y de que se va fragüando una nueva mentalidad y una Guerra en ciernes. El alcalde del mencionado pueblo choca su vaso de cerveza contra el de Franz, que rehúsa brindar, por que las ciudades alemanas y austríacas no sean simples mercados en los que los emigrantes busquen dinero cómo una jauría de lobos y sean apresados o devueltos. Franz que previamente había visto algunos de los horrores del Nazismo en la base militar de Enns, se niega a hacer el saludo Nazi y a cooperar en una colecta para sufragar la Guerra de la que está totalmente en contra, esto le lleva a enemistarse con sus contados vecinos metiendo en el mismo saco a su mujer, madre y cuñada.

Busca ayuda, para no ser reclutado, en la Iglesia de la que es fiel devoto pero esta se muestra esquiva tal vez porque saben que pueden correr la misma suerte. Finalmente y tras una intranquila espera es reclutado para defender al Reich en la Segunda Guerra Mundial. La presión popular sobre su familia y la sensación de que quizás no tiene escapatoria le lleva a aceptar el reclutamiento. Vuelve a la base militar de Enns donde se niega a jurar lealtad a Hitler y por tanto a hacer el saludo Nazi, es esposado, apresado y llevado a calabozos. Más tarde lo trasladan a Berlín a la prisión de Tegel donde recibe presiones para que cambie de parecer pero él siente como un pensamiento místico que le lleva a reafirmarse y a no cejar en una causa que siente como muy suya. Las cartas de su amor, Fani, y las que él le escribe a ella son su válvula de escape.

En muchas críticas de usuarios y profesionales he leído que la segunda y tercera hora del film es muy lenta, parada, siempre lo mismo o “es lo revelador convertido en machacón”. No estoy de acuerdo. En esta segunda hora o más bien cuando Franz es apresado, siente dudas, conoce a otros presos para después auto reafirmarse en su iniciativa. Malick cinematografía, cambia el gran angular, los barrotes las rejas primero de Enns y luego de Tegel, los maltratos que sufre Janz y fusiona la poca luz de la cárcel con las cartas que se escriben Franz y Fani; las reflexiones sobre lo divino, con los matinales paseos en círculo de los presos. ¿Y si no existiera tu Dios?, ¿y si no le importamos nada?, le dice al protagonista de la película uno de los presos de Tegel.

A las ‘nuevas’ obras de Malick, y me refiero desde ‘La delgada línea roja’ hasta ‘To the wonder’, se les han criticado hasta la extenuidad llevando o no razón, son opiniones. El caso es que ha sobrevivido y eso será por algo. Muchos, a los que aplaudo, deciden directamente no ver sus films. Pero hay otros muchos que seguimos viendo esa llamada: ‘Luz Malickiana’, a los que se nos ha faltado el respeto tratándonos de pedantes, listillos y demás descalificativos. A mí me ofende, porque veo mucha clase de Cine y no sólo considero a Terrence Malick como unos de los referentes a seguir, sino que tengo más en cuenta.

Gracias Terrence!!. Larga vida y gracias por demostrar que pequeñas cosas y acciones en lugares remotos pueden cambiar el curso de la sociedad