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Voto de Antonio Morales:
9
Drama. Romance. Intriga. Cine negro Carolina del Norte. Ruby (Jones), una joven campesina de fuerte temperamento, está enamorada de Tackman (Heston), un hombre que se va a casar con la hija de un rico hacendado. Por despecho, se casa con Gentry (Malden), el hombre más poderoso de la comarca. Pero este matrimonio no está bien visto; además, Ruby será acusada de la muerte de su marido en un accidente. (FILMAFFINITY)
18 de marzo de 2015
14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Ruby Gentry” es una excelente y modesta película de King Vidor, tardíamente estrenada en España, víctima de la censura por los “pecaminosos” comportamientos de sus protagonistas, los vigilantes de nuestra moral no podían permitir semejante escándalo. Casi desconocida por los jóvenes cinéfilos que difícilmente puede ser apreciada hoy en lo que vale. Parece que hablar del lenguaje cinematográfico es una costumbre anticuada, cuando la maestría narrativa empleada en este film, debería mostrarse en las escuelas de cine. La encomiable capacidad de síntesis, las asombrosas elipsis y las escenas fuera de campo, la utilización dramática de la luz, los encuadres, las miradas y los gestos, todo ello narrado en 82 minutos, donde suceden multitud de acontecimientos, y que un director pretencioso y relamido necesitaría 3 horas de superproducción para mostrarlo.

Pero este melodrama tórrido y destructivo no es sólo una lección de cine, es la prueba del gusto del cineasta por la condensación y lo metafórico, que recuerda la tormentosa pasión de “Duelo al sol”, aquí reproducida en otro contexto. El mismo deseo indómito, la misma violencia soterrada, son servidos en este caso en un ambiente más cerrado y asfixiante. La pasión desmedida de Ruby – a ratos víctima, a ratos malvada – no es sólo por amor, sino por transgredir las férreas clases sociales del sur con sus costumbres ancestrales. También habla del deseo sexual, la religión en una sociedad puritana encarnada en su hermano obsesionado con el pecado, la venganza cuando Ruby (Jennifer Jones) cree que casándose con Jim Gentry (Karl Malden), el hombre más rico de la región, logrará salvar el desprecio clasista.

Narrada en un gran “flash back” por el Dr. Manfred (Bernard Phillips), espectador casi siempre pasivo de unos hechos ocurridos en Carolina del Norte en la que la pesca y la caza forman parte de la educación de Ruby una chica pobre, criada por su padre como un chico por su rebeldía y fuerte carácter, enamorada de Boake Tackman (Charlton Heston), un orgulloso joven de una clase superior que se entretiene con ella mientras aguarda el momento de casarse con Tracy, una joven distinguida de su clase. “Pasión bajo la niebla” combina la rememoración idealizada (el narrador es otro enamorado en silencio de Ruby) con un realismo crítico y social. El personaje de Boake posee las características del cine de Vidor: en él confluyen la ambición del emprendedor, su temperamento visionario, su estrecha relación con la tierra y su naturaleza apasionada, que le hace vivir al máximo el trabajo y la sexualidad, sin dejar de ser un tipo despreciable.

Vidor relaciona bien los personajes con su estado de deseo en el que viven continuamente, rodeados de símbolos y alusiones sexuales, las escopetas, la caza, los besos furtivos, las miradas intencionadas, la tensión continua en la que la sensual Ruby comparte planos y encuadres con los cazadores que se reúnen en casa de su padre. La espléndida fotografía de Russell Harlan con ese plano a contraluz en la que aparece por primera vez nuestra heroína en toda su feminidad, desbordante y contundente. Pocas veces he visto en el cine llamado clásico una metáfora tan erotizada sobre las reacciones de dos cuerpos en contacto físico.
Antonio Morales
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