“Flight” no es un thriller de catástrofes, sino un melodrama sobre el alcoholismo, las drogas, y sus consecuencias. Recrea la vida de un capitán de aeronave, que a pesar de ser un piloto muy hábil para hacer su trabajo y tener una imagen respetable en apariencia, realmente es un tipo de una conducta profesional, y humana muy poco ética.

La película de Zemeckis cuenta a su favor con gran trabajo de Denzel Washington, que es quien sostiene en gran parte el interés de la historia, pues otros personajes, como la chica alcohólica (Kelly Reilly) que conoce en el hospital, o el camello (John Goodman) que le suministra la coca, están muy desaprovechados para el desarrollo del film.

Igualmente pasa con la relación con su ex mujer y su hijo, pues es muy superficial, quizá es un problema de desarrollo de guión. Pues parece que el director sólo intenta sacar más partido de el acoso de la justicia de aviación civil, por la irresponsabilidad de nuestro protagonista con su vida libertina. Esto motiva que no surja ninguna empatía por este pobre hombre.

Después de ver este film, me planteo la siguiente pregunta, ¿Hay mecanismos suficientes que detecten a tiempo, esta clase de comportamiento?, pues cuando tengo que volar siempre me encomiendo a Dios, y a una profesional tripulación a bordo.