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Voto de Antonio Morales:
9
Drama Karen (Audrey Hepburn) y Martha (Shirley MacLaine) son las directoras de una exclusiva escuela para niñas. Una alumna maliciosa y vengativa, despechada por un castigo que ha recibido, oye por casualidad un comentario y lo utiliza, distorsionándolo, para acusar a sus profesoras de una conducta reprobable. Los escandalosos rumores se extienden velozmente por la comunidad escolar, con repercusiones inmediatas y devastadoras. (FILMAFFINITY)
14 de noviembre de 2014
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hacía muchos años que no revisaba esta película, me gustó en su momento cuando la vi en pase televisivo, aunque debo confesar que, con el paso de los años, no le tenía excesivo cariño, ahora que he vuelto a verla me ha parecido redescubrir…, una joya, convirtiéndose así en un ejemplo de que la memoria suele jugar malas pasadas. Me ha parecido un drama emotivo y deslumbrante por el asombroso trabajo de las dos actrices protagonistas: Shirley McLaine y Audrey Hepburn. Una punzante reflexión sobre las medias verdades, la intolerancia y el más doloroso remordimiento por el sentido de culpabilidad. Una demostración palpable, de que las decisiones hay que tomarlas con calma porque pueden tener consecuencias irreversibles.

Como era frecuente en el cine de William Wyler, “La calumnia” es un film que juega con la complicidad y los sentimientos del espectador, presentándola cercana y plena de empatía con sus protagonistas, las dos maestras que sufren el escarnio y la vergüenza, señalándolas y arruinando sus vidas. Una de sus bazas principales, fue la elección de la actriz que debía encarnar a la niña mentirosa que provoca el escándalo en el colegio y en la comunidad. Desde el primer momento, el cineasta nos la presenta en toda su naturaleza, sus movimientos, gestos y palabras, producen el lógico asqueo del espectador: cruel, violenta, grosera, chantajista, fisgona y caprichosa, incluso capaz de fingir, además, un ataque al corazón con el fin de lograr sus propósitos. Un personaje de lo más perverso de la historia del cine.

Lilian Hellman adapta para el cine su propia obra teatral, que en su primera versión cinematográfica (Esos tres) del propio Wyler, había tenido serios problemas con la censura y el cineasta quería sacarse esa espina, en tiempos de mayor libertad. Narra la acusación de lesbianismo imputada a dos maestras de un colegio femenino y que ha originado un escándalo en una pequeña comunidad puritana. Marta (McLaine) y Karen (Hepburn) son amigas desde hace tiempo, esta última tiene novio, Joe (James Garner) y van posponiendo la boda hasta que el proyecto del internado este consolidado.

Para la tía de Marta (Miriam Hopkins), ególatra y egoísta, le resulta extraño que nunca haya tenido novio, que no simpatice con Joe y que esté enfadada al conocer la fecha de la boda de Karen. Pero lo peor es que ese comentario en voz alta, llegará a oídos de la alumna Mary (Karen Balkin), la despreciable niña que les guarda rencor porque no permiten sus caprichos, y que junto a otros detalles circunstanciales, la niña contará a su abuela para no volver más al colegio y que seguirán el resto de las niñas. Pero el film tiene una lectura psicológica en Marta: lo que siente por Karen está reprimido sin saber que existe, ella misma no entiende lo que le ocurre. Tras la calumnia y el fracaso del colegio hacen recapacitar a Marta, Karen y Joe, ya nada volverá ser igual. Dudas infundadas, remordimiento, dolor y desprecio hacia una sociedad atávica plena de prejuicios. El film está resuelto por Wyler de forma brillante y dolorosa.
Antonio Morales
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