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Voto de Antonio Morales:
7
Drama Basada en las memorias escritas por Philippe Petit (Joseph Gordon-Levitt), un funambulista francés que, en 1974, guiado por su mentor Papa Rudy (Ben Kingsley), se propuso un reto nunca antes realizado: recorrer sobre un cable el espacio que separaba las Torres Gemelas de Nueva York. (FILMAFFINITY)
25 de diciembre de 2015
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine, como tantas veces he apuntado, al menos así lo entiendo yo, no sólo es arte y técnica, es emoción y sentimiento, a través de una hazaña heroica y asombrosa. “The walk” narra la proeza de un sueño que se convirtió en realidad, y lo hace de forma convincente. Como tantas veces el ser humano se ha planteado tantos otros retos, quizás más provechosos para la humanidad. Metas gloriosas que no obedecían al sentido común, más bien al sentido inconformista y aventurero, eso es desde siempre, lo grandioso del hombre a través de la Historia. Philipe Petit fue un joven entusiasta y arrogante, su carácter independiente y anarquista, hacía poco probable un empleo estable, pues se ganaba la vida artísticamente sorprendiendo a los turistas en las calles de París con sus juegos de magia y sus proezas funambulistas. Aventurero impulsivo que gozaba colocando su cable sobre preciosos paisajes (la catedral de Notre Dame), descubrió su gran sueño cuando leyó en una revista que estaban construyendo en Manhattan, las Torres Gemelas, entonces las más altas del mundo.

Cuenta la historia que el 7 de Agosto de 1974, el equilibrista francés, logró desafiando la legalidad caminar sobre un cable que conectaba las dos azoteas de los dos gigantes (Wolrd Trade Center) de Nueva York. Todo ello ya era relatado en el documental “Mano on Wire” de James Marsh en 2008. Lo que Robert Zemeckis y su guionista tuvieron muy en cuenta a la hora realizar el film, basado en el libro del propio Petit. El resultado es técnicamente brillante, artísticamente, no tanto, los personajes son algo planos, carece de un mayor espesor dramático. Aunque lo mejor del film es la forma y el ritmo endiablado en que nos narra las vicisitudes de Petit y su equipo en los preparativos e impedimentos para conseguir su proeza, partiendo de la premisa de que todos conocemos los hechos. El propio Petit (Joseph Gordon-Levitt) nos lo va explicando linealmente con la voz en “off” desde la mejor atalaya de la bahía de Nueva York, con las torres al fondo.

La grandiosidad de la gran pantalla nos muestra imágenes prodigiosas gracias a las nuevas tecnologías, aquí sí, al servicio del argumento y no de forma banal. La fuerza vital del ser humano para sentirse libre y satisfecho emocionalmente, dando sentido a una nueva vida y alabando ese espíritu de superación y lucha personal que forma parte del ideal norteamericano, recuerden desde donde Petit se dirige al espectador siempre. Una película emotiva que te atrapa, sin pedanterías académicas ceremoniosas, muy al contrario, de forma directa, consiguiendo la absoluta empatía del espectador. Resulta curioso, cómo la obsesión de Petit por vencer a las torres gemelas, símbolos de la cima del imperio financiero y el poder hegemónico del mundo, resultara igual de atractivas para el objetivo terrorista del 11 de Septiembre de 2001 que traumatizó al país. Precisamente derribando lo que las Torres Gemelas representaban. En cualquier caso, Zemeckis, en su homenaje directo, pide en cierta forma el fin de ese trauma
Antonio Morales
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