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Voto de Antonio Morales:
6
Bélico. Intriga En 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, la flota alemana está causándole a los Aliados un gran número de bajas. Los submarinos de Hitler hunden cientos de barcos gracias a un sistema de comunicaciones llamado "enigma", que permite establecer con extraordinaria exactitud la posición de los objetivos que hay que destruir. Un capitán norteamericano ha conseguido, sin embargo, detectar que las señales del codificador "enigma" proceden de ... [+]
13 de febrero de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Según mis noticias, al parecer, la película se inspira en hechos reales pero con la “sutil” diferencia que los protagonistas de la hazaña heroica fueron los ingleses y no los marinos del Tío Sam, cosa que molestó bastante en su estreno a los británicos al serle usurpados deliberadamente sus méritos contraídos en el devenir de la contienda. Esta controversia estéril, no afecta para nada la valoración que cada uno pueda hacer del film. No cabe duda de que el grueso del cine bélico ha tenido la 2ª Guerra Mundial como marco preferente, hasta el punto de que se pueden establecer incluso una serie de subgéneros razonablemente delimitables. En el caso que nos ocupa, un homenaje nada disimulado, al clásico cine bélico norteamericano en la variante de submarinos. Producida por el desaparecido Dino de Laurentis, un productor de raza con un olfato infalible para producir películas comerciales sin renunciar a la faceta artística.

A pesar de que la trama gira en torno a una delicada misión secreta y de vital importancia, un tanto rocambolesca, el auténtico eje dramático del relato lo constituye el conflicto interior del personaje protagonista: el teniente Andrew Tyler (un entonces joven Matthew McConaughey, consagrado hoy en día). Al principio del film, Tyler, segundo de abordo en un submarino, recibe una notificación en la que se le deniega su solicitud para comandar su propia nave. Pero una vez en altamar, un golpe del destino cambiará las cosas, teniendo que asumir la responsabilidad anhelada, gracias a un puñado de hombres del que destaca un espléndido Harvey Keytel como segundo oficial. Un giro argumental inesperado, coloca a nuestros protagonistas ante una misión nueva, insólita y muy complicada y donde tendrán que poner en marcha todos sus conocimientos, sus capacidades de reacción y de improvisación. Tyler asumirá la nueva responsabilidad descubriendo lo difícil que es tomar decisiones que pueden enviar a la muerte a quien tiene que obedecerlas.

El film navega, nunca mejor dicho, entre las turbias aguas de un clásico relato de aventuras submarinas, lleno de todas las convenciones del género (la descripción del funcionamiento de la nave, las maniobras de inmersión, el lanzamiento de los torpedos, el impacto de las cargas de profundidad enemigas, las vías de agua por la presión a considerable profundidad) y el retrato de un oficial en el que afloran las contradicciones del mando militar. El film funciona realmente bien gracias al vigor demostrado por su director a la hora de mover la cámara y dirigir a los actores en un espléndido decorado sucio y claustrofóbico: el plano secuencia en cámara móvil que muestra el interior del submarino y los rápidos “travellings” que siguen la frenética actividad del navío en los momentos de tensión, siguen manteniendo una notable fuerza visual. Un film lleno de tensión que recupera los patrones narrativos del cine bélico.
Antonio Morales
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