23 de agosto de 2022
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Švankmajer nos presenta un reloj de péndulo provisto de un grifo que «gotea piedras», las pare. A continuación, las pétreas criaturas (inanimadas primero, animadas después) interactúan, se codeterminan. Así las cosas, cabe preguntarse: ¿cuál es el manantial (mejor dicho, el yacimiento) del que se nutre el reloj-grifo?
Si no me equivoco, es la fuerza del enigma que encarna el parto de las piedras, así como la evolución de las «criaturas» de inanimadas a animadas, lo que me conduce a interpretar el corto en clave ontológica. Consecuentemente, cabría reformular nuestra pregunta anterior como sigue: ¿de qué realidad trascendente se nutre el mundo que vemos?, ¿cuál es la realidad trascendente al mundo que alumbra las sustancias del mundo?
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