Pues esto va de un general alemán gordo y asmático que está dispuesto a destruir París, pero entonces viene un sueco muy listo y lo intenta liar para que no lo haga. Spoiler: al final París sale, como siempre, a flote.

La verdad, salvo la interpretación del sr. Arestrup no veo nada digno de mención en esta película. Los diálogos teatrales no son especialmente brillantes y no hay poesía en ellos. La trama y los secundarios carecen de interés. La dirección y la ambientación son simplemente correctas.

El teatro filmado puede dar origen a interesantes películas, pero me temo que este no es el caso.