Ya lo intentó Marv Newland en la predecesora (no oficial, eso si) de este corto aqui presente, en el clásico de lo casposo "Bambi Meets Godzilla", si bien quedó como un intento fallido de ser terriblemente infame y aquello quedó en un chistecillo simpático, pero en 1999, en plena era del apogeo de la animación digital, Eric Fernandes lo ha conseguido. El hecho de que, en apenas 2 miserables minutos sientas agotamiento, dolor, te salga bilis por la boca, llorar sangre, notar que tus órganos de la cabeza se apelotonan de la manera más incomoda posible, apretandose los unos a los otros hasta que el cerebro fluya por tus oídos hasta que salga al exterior en forma de líquido diarréico y tus ojos estallen en forma de súplica, y así mas o menos sucedería lo mismo con el resto de tu cuerpo humano (y de cualquier ser vivo en general) hasta que acabas siendo tan solo vomito. Y tan solo en 2 minutos, ver para creer, esta obra resulta imprescindible, porque se ha conseguido con ella algo inaudito, ser la PEOR animación (con permiso de esa aberración malaya de "Racist Mario") de la historia, dato histórico, amigos. Bien hecho, Fernandes, el señor Newland debe de estar revolviendose sobre su tumba ahora mismito. Y ahora, solamente nos queda dar gracias y rezar...para que esto no se vuelva a superar en infamia.