Y es que todas sus últimas producciones son un continuo de maleficios y conjuros para hechizar a la sociedad con mensajes de ideología de izquierdas. No es solo que introduzcan en la trama elementos ideológicos, que si bien, es bastante deplorable y repugnante sobre todo en películas para niños, si no que no se corta en parar un diálogo e introducir en medio, sin sentido alguno, un eslogan, directamente y sin disimulo.
Disney es hoy en día una especie de religión, que lanza mensajes parecidos a los que hace 50 años propagaban los curas y monjas en las escuelas. Exacto, si haces tal cosa, te salen granos, ya sabéis de que hablo.
Seguramente sea una película que de miedo a los niños, pero no por las brujas o el zombie, si no por la amenaza constante de Sor Disney a su comportamiento.
No le doy un uno porque soy incapaz de dar esa nota a una película donde esas tres magníficas actrices retoman unos papeles que a mí me marcaron en mi juventud, recuerdo disfrutar mucho con la original, y sin necesidad de adoctrinamiento ni deconstrucciones varias.
En fin, en picado.