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España España · Granada
Voto de Juansa:
10
Thriller. Acción. Drama. Cine negro Durante el día, Driver (Ryan Gosling) trabaja en un taller y es conductor especialista de cine, pero, algunas noches de forma esporádica, trabaja como chófer para delincuentes. Shannon, su jefe, que conoce bien su talento al volante, lo mismo le busca directores de cine y televisión que criminales que necesiten al mejor conductor para sus fugas, llevándose la correspondiente comisión. Pero el mundo de Driver comienza a cambiar el día en ... [+]
12 de agosto de 2014
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
A veces, del vientre de la industria del cine se gestan obras maestras. Películas de culto que pasan a la historia instantáneamente. Muchas veces porque inherentemente contienen un algo especial que no podemos explicar del todo.
Drive fue estrenada como una película más. En principio como una de las tantas de acción que se estrenan cada año. Nada más lejos de la realidad, en cuanto un alma sensible se sienta en la butaca, lo comprende de inmediato. Drive trasciende los sentidos y te transporta a una historia de otro tiempo siendo el presente, la historia de un antihéroe. Este no tiene nombre, en ningún momento de la película es mencionado, tan solo sabemos que su rostro frío y carácter sórdido encierran algo más, como si huyese de un pasado que decidió no recordar jamás. Los Ángeles era una nueva oportunidad de empezar de nuevo. Pero un hombre como Drive, como a mí me gusta llamarlo, no puede evitar involucrarse cuando una injusticia de las que ocurren a diario a nuestro alrededor pasa delante de sus narices. La mayoría ignora estos hechos, él no, su instinto de Lobo Solitario lo lleva a actuar casi inconscientemente, es así como se escriben muchas de las grandes historias universales. El héroe debe enfrentarse a los obstáculos pero un antihéroe debe enfrentarse así mismo, a sus propios demonios que lo persiguen. Y es ahí donde entra en juego Ryan Gosling, interpretando el papel del antihéroe a la perfección.
La adaptación de la novela de James Sallis que Nicolas Winding Refn ha creado es una película de culto instantánea que será recordada como la Taxi Driver o Reservoir Dogs del siglo XXI, y es que no podemos negar que Drive tiene algo de estás dos películas. Los primeros planos combinados por la genial banda sonora de Cliff Martinez, todo con toque al más puro estilo de los ochenta, hacen que desde principio a fin disfrutes de esta elegante apuesta del cine contemporáneo. Uno de los principales ingredientes de este fantástico film es el ritmo, pues este va marcando el paso de cada escena, encontrándonos momentos de auténtica paz estética a frenéticos de acción muy bien trabajados, consiguiendo mantenerte dentro de la historia sin parpadear.
Pero no nos engañemos, esta maravilla del cine independiente estrenada en 2011, no es del gusto de todos los cinéfilos, Drive requiere de un público con una sensibilidad especial, pues esta es la esencia del cine de culto, películas que pasan a la historia no por ser taquillazos al gusto de una mayoría, sino por ser pequeñas joyas que pasan desapercibidas por el gran público más pendiente de una moda pasajera que de un regalo visual y sonoro como drive puede ofrecer.
En cuanto nos adentramos en la película podemos resaltar el perfecto trabajo desempeñado por todo el equipo de Refn, desde los técnicos de sonido, pasando por efectos especiales, hasta el maquillaje. Y sin dejarnos a cada uno de los actores, que bordan el papel aunque algunos no salgan más que unos segundos durante el largometraje. Resaltando al mítico Albert Brooks, que desempeña el papel del villano a la perfección. No es el clásico villano, sino un producto de las miserias del humano, que con el lema todo vale, lo único que persigue es el dinero fácil para su negocio de gángster modernos. Como siempre la lucha entre el bien y el mal, las luchas personales y en el centro el dinero, componen la problemática de esta adaptación al cine negro. Inspirada en el realismo que nos encontramos en las calles de cualquier urbe actual. La lucha por la supervivencia dentro de un sistema cada vez más competitivo e injusto que genera historias como las aquí contada, pero que solo aparecen como una anécdota en una de las páginas centrales de un diario local.

En resumen, Drive, nos habla de las miserias del humano, de un hombre solitario con posibles antiguos pasados que solo podemos imaginar y de futuros mejores que no son posibles, pues los demonios personales no le dejaran jamás. Nos habla de un personaje nietzscheano, hecho así mismo, como esos personajes que aparecían en las novelas de Herman Hesse, ¿Y qué no es Drive sino un Demian moderno? Por todo esto, Drive merece estar en el Olimpo de esas películas que merecen ser recordadas y contempladas como una obra de arte, igual que lo es un cuadro de Rembrandt, una sinfonía de Vivaldi o una novela de Dostoievski.
Juansa
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