Típica película con muchísima acción y un guión embrollado, siguiendo las pautas de las anteriores partes.
Un Tom Cruise muy en forma acompañado de un equipo no menos en forma.
Efectos especiales a destajo.
La tecnología que aparece es un cruce entre la del inspector Gadget, James Bond y el superagente 86.
Un Philip Seymour Hoffman con muy, muy mala leche y absolutamente despreciable.
Una dichosa "Pata de Conejo" que vete tú a saber qué es durante casi toda la película, y cuando te enteras de lo que es ya estás de la misma hasta la coronilla.
Ninguno de los protagonistas tendría precio como saltimbanquis y contorsionistas y se los rifarían en los circos.
El prota (Tom Cruise) quiere sentar la cabeza y se ha echado una novia que no tiene ni idea de que su novio es un Supermán de los servicios secretos.
Mejor no pensar ni tratar de quebrarse la cabeza mientras uno la ve.
Cine vacío, simplemente entretenido, sin más miga. El cometido de ofrecer acción, que es para lo que se crean estas películas, lo cumple. No esperen nada más.