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Voto de Vivoleyendo:
6
Romance. Comedia Tras la muerte de su esposa, el arquitecto Sam Baldwin (Tom Hanks) se encuentra muy abatido. Su hijo Jonah, convencido de que su padre necesita una mujer que le devuelva la alegría de vivir, el día de Navidad llama a un programa de radio para contar su historia. Miles de mujeres lo escuchan: una de ellas, Annie Reed (Meg Ryan), que está a punto de contraer matrimonio empieza a obsesionarse con la idea de conocer a Sam antes de casarse con su novio. (FILMAFFINITY) [+]
5 de febrero de 2010
9 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
En esta dulzona y simpática comedia de Nora Ephron se rinde homenaje al clásico melodrama romántico de Leo McCarey, "An affair to remember" (1957), en España titulado "Tú y yo", que a su vez ya había tenido una versión anterior del mismo director, "Love affair". En ambas versiones, los protagonistas se enamoraban fulminantemente a bordo de un transatlántico y se citaban en el Empire State Building seis meses más tarde. Los juegos del destino o de la casualidad (lo que a cada cual le tire más) ejercitan su caprichosa veleidad, en un cúmulo de desencuentros y vueltas de la rueda de la fortuna. Tal vez queriendo indicar que existen las señales, que las oportunidades las pintan calvas, y que todo ese rollo de estar destinados o estar hechos el uno para el otro es una verdad metafísica y cósmica que está aguardando su momento.
La cineasta conocida por sus comedias románticas facilonas, un poquito demasiado azucaradas y hasta algo tontorronas si me apuráis, rodó su particular visión de los giros de un destino que une a personas que viven en puntos muy alejados en la geografía de Estados Unidos. Cada una con sus circunstancias radicalmente diferentes a las de la otra persona, y sin saber de su mutua existencia. Pero interviene esa pequeña magia de los gestos y los gustos que el otro adoraría si los viera. Y otra pequeña vuelta de la rueda de la fortuna, un diablillo travieso que se divierte poniendo en contacto a esas dos personas que no se conocen.
Las cosas suceden a menudo de un modo extraño. Puede pasarte que tengas al lado a alguien que te ama, pero tú buscas algo más que él o ella no puede darte. Y una noche, mientras conduces, escuchas un tonto programa de radio en el que un hombre reticente, embaucado por su preocupado hijo, narra cómo perdió a su mujer y su soledad te inunda. Y te enamoras fulminantemente de ese hombre al que jamás has visto. Algo que no te ha ocurrido nunca con tu novio de siempre.
Es extraño, sí. Pero nadie ha dicho que este loco mundo sea previsible. Ninguno de sus giros es igual al siguiente.
Hay quienes se lanzan a la aventura y se arriesgan a perder su estabilidad y lo que han construido con esfuerzo, por un lunático sueño en el que uno cree que encontrará el verdadero amor en lo alto del Empire State el día de San Valentín, y si no se acude a ese encuentro tácito y no acordado, lo dejará escapar y vivirá con la duda.
El tren de la oportunidad no pasa muchas veces. Y aún menos el de la segunda oportunidad.
El resultado es una comedia romántica un pelín rancia y manida, con alguna chispa.
Para concluir, frase pastelosa: Siempre nos quedará el Empire State. Que no todo ha de ser París.
Vivoleyendo
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