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Voto de Vivoleyendo:
8
Drama En plena postguerra, Pepita (María León), una joven cordobesa, abandona su aldea y viaja a Madrid para estar cerca de su hermana Hortensia (Inma Cuesta) que está embarazada y en prisión. Una vez en la capital, se enamora de Paulino (Marc Clotet), un valenciano de familia burguesa que sigue luchando en las montañas de la sierra de Madrid. (FILMAFFINITY)
26 de enero de 2013
16 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pum. Uno. Pum. Dos. Pum. Tres. Pum. Cuatro. Pum. Cinco. Pum. Seis. Pum. Siete. Pum. Ocho. Pum. Nueve. Pum. Diez. Pum. Once. Pum. Doce.
Doce disparos en el paredón y los cuerpos caen. Un segundo antes vivían.
Mañana habrá doce más. Y pasado mañana. Siempre al caer la noche.
Las que esperan su turno para más adelante oyen las detonaciones. Unas rezan. Otras maldicen en voz alta. Muchas gritan improperios a los verdugos y al régimen asesino de Franco. Algunas se mean encima. Casi todas lloran a alguna amiga, hermana, hija, madre, tía, prima, abuela que acaba de caer.
Todas son culpables de una misma cosa: haber creído que la vida es algo mejor que tener siempre un miedo tenaz agarrado a las tripas. La mayoría sólo tienen ese delito en su haber, pero serán fusiladas igualmente como criminales de la peor estofa.
Entre tanto horror, un bebé inocente está creciendo en el vientre de su madre, ajeno a franquismos, comunismos, odios, genocidios, venganzas, terrores, heridas, gritos, silencios, ponzoñas. Es la posibilidad de empezar de nuevo. Es la esperanza. Es la oportunidad de encontrar quizás lo que sus padres no encontraron. Es la voz que hablará cuando se extinga la de los que vinieron antes y se marchan tan pronto. Es la memoria que recordará lo que no vivió pero que le será transmitido como la única herencia que le pueden legar.
Su prudente tía, que no ha librado guerras, que no milita en ningún partido, que no quiere saber nada de política, sufre sin embargo el mal del miedo endémico, como cualquiera. Para eso no hay objeción de conciencia.
Tal vez esa muchacha lista con los ojos más bonitos de Córdoba sea la única salida. La única puerta hacia el futuro. Con un poco de suerte y de la ayuda de ese Dios en el que ella cree. Esa es una tabla a la que su hermana, la madre del bebé nonato, necesita agarrarse, porque haya hecho ella lo que haya hecho, su bebé tiene derecho a ser feliz, a cometer sus propios errores, a conocer su pasado y aprender de él.
Zambrano ha filmado los lamentos susurrantes de las cárceles, de los cementerios, de las fosas comunes, de todas las casas de las que muchos salieron para no volver.
Al caer la noche, se oye una voz cantando una nana.
Duerme, mi niña, que tu madre te quiere.
Vivoleyendo
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