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Voto de travis braddock:
8
Romance. Drama Adèle (Adèle Exarchopoulos) tiene quince años y sabe que lo normal es salir con chicos, pero tiene dudas sobre su sexualidad. Una noche conoce y se enamora inesperadamente de Emma (Léa Seydoux), una joven con el pelo azul. La atracción que despierta en ella una mujer que le muestra el camino del deseo y la madurez, hará que Adèle tenga que sufrir los juicios y prejuicios de familiares y amigos. Adaptación de la novela gráfica "Blue", de Julie Maroh. (FILMAFFINITY) [+]
29 de octubre de 2013
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
"La vida de Adèle" es la nueva película del tunecino afincado en Francia Abdellatif Kechiche, un director poco conocido en nuestro país pero con una obra sólida en su país de adopción, con películas como "La escurridiza", que le valió para ganar los premios César (los Goya franceses) y otras como "Cuscús" y "La Venus negra", centradas en las diferencias raciales. Para su nueva película ha recurrido al cómic "El azul es un color cálido", de la autora francesa Julie Maroh, centrado en la relación entre dos mujeres, una adolescente y una universitaria con el pelo teñido de azul. Todo ello para una película que causó sensación en el pasado festival de Cannes y que le valió la Palma de Oro del jurado presidido por Steven Spielberg, que manifestó sentirse muy emocionado por la película.

En los últimos meses la película ha dado también que hablar por otros motivos que su calidad. Los técnicos que trabajaron en el rodaje y las actrices protagonistas denunciaron jornadas maratonianas de trabajo y un exceso de tomas para cada escena, en unos modos dignos del mítico Stanley Kubrick, conocido por su perfeccionismo obsesivo y que no dudaba en repetir hasta la extenuación una toma si no se quedaba convencido. Si en el caso de Kubrick esa repetición buscaba obtener una realidad cinematográfica lo más depurada posible, Kechiche busca ir quitando capas de interpretación para quedarse con algo que suene cotidiano y realista, para hacernos creer que los actores no están actuando. De hecho, el propio realizador ha lamentado estas críticas a su método de trabajo por cómo afectarán a aquellos que las conozcan cuando vean la película, perdiendo esa magia que tiene el cine cuando no se sabe muy bien cómo se hace lo que se ve en pantalla.

Y es que "La vida de Adèle" tiene en el naturalismo su gran baza, a la hora de mostrar la vida común de una adolescente de una ciudad francesa de provincias. Una adolescente que mira la tele mientras come, va siempre con su grupo de amigas y flirtea con los chicos del instituto, que también es aficionada a la lectura y disfruta leyendo los libros que le mandan en clase, haciendo sus propias interpretaciones de lo que lee y que practica la escritura plasmando sus pensamientos en un diario del que nunca sabemos qué es lo que llega a escribir. Adèle (Adèle Exarchopoulos) nunca se ha considerado lesbiana hasta que un día cruza su mirada en la calle con Emma (Léa Seydoux), la chica de pelo azul que remueve algo en su interior, uno de esos flechazos fugaces que quizá no se repitan, hasta que la casualidad quiere que Adèle y Emma vuelvan a encontrarse. Emma es estudiante de Bellas Artes y hará que Adèle descubra aspectos de sí misma que no conocía y que le harán crecer interiormente, en un amor que cambiará la vida de Adèle para siempre. Y mientras tanto, los espectadores somos testigos del proceso de ese primer gran amor, de su nacimiento, consolidación y decadencia, de cómo las cosas que parecían para siempre acaban por diluirse.

Esta es una película en la que la labor de sus actrices es fundamental para transmitir las emociones y Adèle Exarchopoulos y Léa Seydoux están a la altura del reto. El director contagia al espectador su fascinación por Exarchopoulos, por su personalidad sencilla y soñadora, tan exhuberante en su carácter como en su físico, capaz de ser adorable cuando se ruboriza, cuando su cara se ahoga en lágrimas, cuando su boca come y ama y cuando desnuda su bello cuerpo. La desconocida actriz es la revelación del filme, bien secundada por la más popular Seydoux (vista en varias cintas francesas y producciones americanas como "Robin Hood", "Midnight in Paris" o "Misión imposible: Protocolo fantasma"), que aporta un perfil más retraído para complementarse con la pasional Adele. Una química que ambas actrices escenifican a la perfección incluso ya fuera del rodaje.

Pero si la película ha dado que hablar ha sido por sus escenas de sexo, en las que se deja poco a la imaginación, con ambas actrices retozando desnudas durante varios minutos. Y estas escenas son para mí el punto más discutible de la película, por resultar más propias de una (flojilla) peli porno de lesbianas. Cuesta creer que una chica que se acuesta por primera vez con otra actúe con la audacia de una actriz porno. Por eso creo que hubiera sido más ajustado ver cómo la más experimentada enseña a la novata, del mismo modo que le enseña otras cosas en la película. Es bonito ver a las dos actrices desnudas pero no siento nada en esos momentos de excitación, a los que les falta la naturalidad del resto del metraje, donde el propio director te saca de la película dejando ver el artificio (mucho mejor es una escena que tiene lugar en una cafetería y en la que hay muchas pasiones en juego, donde ahí si que se siente la pasión).

De todos modos, es un reproche menor para una película recomendable, cuyas tres horas pasan volando y dejan con ganas de más. Aún así, creo que ha sido un poco sobrevalorada como obra maestra, ya que el cine nos ha dejado varias películas de carácter romántico tan buenas o mejores que "La vida de Adèle", me da que a algunos el sexo se les ha subido a la cabeza. Con todo ello, es un filme notable y merece la pena.
travis braddock
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