Reconozco que suelo tener algún reparo respecto a determinadas películas históricas donde sabemos lo que va a pasar y como va a pasar, y más aun cuando el objeto de tratamiento son los últimos días del líder nazi, lo cual hace añadir a lo anterior la constricción temporal, la sucesión de hechos ya muy conocidos y la reclusión en un espacio (bunker), muy concreto.

Bien, pues a pesar de todo, la película aporta, entretiene y mantine un muy buen nivel de tensión, reflejando de una manera muy creíble y veraz lo que pasó esos últimos días, y contra lo esperado, llevando al film más allá de la propia muerte del dictador (espero que ningún validador entienda esto como un destripamiento del film, estoy seguro de que la gente ya sabe que Hitler se suicidó), recreando no sólo los momentos finales (apocalípticos) de su imperio, sino el caos y las reacciones de los que le rodeaban tras su suicidio.

Film imprescindible, necesario, riguroso y muy entretenido, del que quiero destacar, por supuesto, la interpretación del mítico Bruno Ganz (no es que interprete a Hitler, es que es Hitler), lo bien que se capta el clima del bunker y los últimos días del dictador, como se entrecruzan historia y personajes (anónimos o históricos) que rodean a la historia principal enriqueciéndola y dandole más agilidad, y la estremecedora secuencia del destino de los hijos de Goebbels.

Gran película, obligatoria.