Comedia de acción macarra videojueguil y violenta en la que daniel Radcliffe vuelve a interpretar un mindundi pagafantas que se verá envuelto en una retransmisión macabra en la que le obligarán a matar o morir. La cinta está repleta de frases lapidarias, violencia gratuita, lenguaje soez, chistes malos, personajes estereotipados, guiños al mundo gamer y homenajes al cine de acción de John Woo, Arnold Schwarzenegger o Sylvester Stallone. En cierta manera es un reboot moderno de 'Perseguido' (The Running Man) de Arnie.

La película no aporta grandes novedades -tampoco lo pretende- y está bien realizada a nivel técnico. Tampoco se toma demasiado en serio a sí misma, lo cual siempre es algo bueno. Pero a pesar de tener todos los ingredientes para convertirse en una cinta de culto, el conjunto resulta poco memorable. A nivel más de detalle hubo dos aspectos que personalmente me disgustaron: 1) La música electro-heavy-chumba-chumbera de algunas escenas de acción. Se compensa con otros momento con música de sintetizadores retro 80s, pero los primeros se llevan la palma; 2) Es de esas cintas que se excede en el fanservice. Todo esta diseñado y ejecutado para darle al espectador lo que espera. La contrapartida obvia es que no sorprende en nada.

Un buen ejercicio de forma que seguramente tenga sus seguidores, pero que carece del carisma de las producciones legendarias del cine de acción. Su metraje perfecto de 90 minutos parece muchísimo más extenso, claro síntoma de que algo no va bien.

NOTA MENTAL: Daniel Radcliffe parece que ya no sabe que hacer para deshacerse de su imagen de niño de Harry Potter. Desde luego por esta vía no creo que lo consiga.