Esta es una bastante interesante serie policiaca en su versión sacerdote detective ambientada en la Inglaterra de los 50.

Los capítulos oscilan entre los muy entretenidos (los más) y los muy soporíferos (los menos).

La ambientación y el vestuario están muy logrados, las interpretaciones rayan a una gran altura sobre todo la del protagonista (Mark Williams), bien acompañado por unos excelentes personajes secundarios que dibujan un bonito retrato de la sociedad rural de la época:

-Una Dama de la baja nobleza (Lady Felicia).
-Una simpática señora de clase media bastante metomentodo (Señora McCarthy).
-Un buscavidas de clase baja reconvertido en chófer (Sid).

Me ha sorprendido que en varios capítulos de la primera temporada se trató el tema de los prejuicios de los ingleses hacia los inmigrantes polacos que vivían en Gran Bretaña tras haber huído de su país.

Por cierto, en algunas escenas, sobre todo cuando el Padre Brown va en bicicleta me recuerda un montón al "Don Camilo" de Fernandel.

Sin duda una serie para disfrutar.