Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Lucas Liz:
6
Drama. Thriller Año 2009, en el cuerno de África. En aguas internacionales a 145 millas de la costa de Somalia, el buque carguero “Maersk Alabama”, al mando del capitán de la marina mercante estadounidense Richard Phillips (Tom Hanks), fue abordado y retenido por piratas somalíes, siendo el primer barco norteamericano secuestrado en los últimos doscientos años. (FILMAFFINITY)
24 de octubre de 2013
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En esta ocasión Greengrass nos trae una historia real de la que guardamos algunos recuerdos, dado que fue noticia "en vivo" en muchos medios de comunicación. Sobre esa base se construye este docudrama pleno de velocidad y ritmo, si bien, a nuestro juicio, pasado de acción y de metros de celuloide (algo extensa). Ese ritmo frenético desde casi el principio de la cinta te mantiene en tensión y te hace sufrir lo mismo que sufre el personaje de Tom Hanks, quien por cierto consigue darle todos los matices posibles a todas y cada una de las sensaciones que se deberían sentir en el seno de la situación que el Capitán está viviendo. En ese sentido es bastante veraz y está notablemente bien contada, aunque hay ciertas licencias cinematográficas que si bien entendemos, para dar lustre, emoción y algo de espectacularidad, pueden restarle credibilidad y alejarse de la realidad de los hechos. Siempre es difícil ese equilibrio y moverse en ese disyuntivo y fino filo.
Volviendo al vivaz ritmo con el que está filmada, cinético y por momentos desuniformemente acelerado, creemos que se pasa de vueltas, y cuando éstas se prolongan en el tiempo, provocan algo de martirio en el espectador, el cual comienza a desear que la odisea acabe pronto, tanto para ver a qué desenlace está sujeto el bueno del Capitán (por si se desconoce), como para dar por concluida, y de forma satisfactoria y gratificante, nuestra sesión de cine (en esta ocasión económico). Es ahí, donde el metraje se nos hace extenso y nos descubrimos mirando el reloj. Mal síntoma, a pesar de que el entretenimiento esté siendo bueno.
Todo el proyecto en sí gira alrededor de su gran estrella, convirtiéndolo en una empresa ambiciosa y repleta de grandes expectativas. Hanks no defrauda. Consigue poblar su interpretación de matices y moverse desde la decisión calmada y académica de un capitán de navío ante una situación violenta, comprometida y arriesgada, hasta una persona que se descompone ante lo que parece su final, derrumbándose tras el desenlace (cuestión más que evidente, normal y comprensible). Todo ello sabiendo estar y queriendo/sabiendo influir en sus secuestradores desde el constante diálogo "manipulador", tratando de convencer y derivar la situación hacia los derroteros deseados, manejando a los piratas africanos que le tienen secuestrado. Casi dan ganas de levantarte de tu butaca y decirle: "Capitán, Irlandés, cállese un poquito coño, no ve que le van a meter un par de hostias y quizá una bala en el entrecejo; si hasta yo lo haría. No para de hablar!". Está notable y acompañado de unos secundarios asombrosamente veraces. Quizá ahí, el excesivo protagonismo de Hanks hace que la película se constriña, rindiéndole mucho culto a un sólo actor y/o personaje (pecado de devoción).
Por último, no queremos dejar de mencionar el vibracional frenesí al que está sometido, y te está sometiendo como espectador, la cámara, sumergiéndote en las propias olas de ese mar por el que navegan en todo momento. Tal ritmo, frenesí y movimiento, que casi te marea, casi te asfixia y casi te abruma... Todavía nos estamos debatiendo si es pecado o virtud, aunque nuestros ojos sentenciaron: cansancio.
Lucas Liz
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow