Peliculón con todas las letras. Una obra maestra de principio a fin. Ridley Scott vuelve a lucirse una vez más como es de costumbre, y esta vez lo hace a lo grande. Gracias a películas como estas puedo decir que está situado entre los mejores directores de la historia del cine. Denzel Washington y Russell Crowe nos aportan el que es seguro el mejor duelo interpretativo del siglo presente. Una pasada, alucinante verlos actuar a los dos juntos, increíble. Es una maravilla ver juntos a dos de los mejores actores que hay en la actualidad, y encima dándonos lo mejor. También cabe destacar el reparto de secundarios, encabezado por un magnífico Chiwetel Ejiofor, un gran Cuba Gooding Jr. y el siempre enorme Josh Brolin, haciendo uno de sus mejores papeles, de lo mejor que hay. La trama es perfecta de principio a fin, y esas dos horas y media de metraje se te pasan en un suspiro, deseas volver a verla de nuevo. Esta llena de escenas y frases míticas que nunca olvidaré.
Vamos, en resumidas cuentas, que este pedazo de peliculón lo tiene todo.

UNA OBRA MAESTRA.