Media votos
5,4
Votos
6 809
Críticas
667
Listas
3
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de o0_oscar_0o:
10
7,6
70 113
Romance. Drama. Comedia
Holly Golightly es una bella joven neoyorquina que, aparentemente, lleva una vida fácil y alegre. Tiene un comportamiento bastante extravagante, por ejemplo, desayunar contemplando el escaparate de la lujosa joyería Tiffanys. Un día se muda a su mismo edificio Paul Varjak, un escritor que, mientras espera un éxito que nunca llega, vive a costa de una mujer madura. (FILMAFFINITY)
6 de octubre de 2006
21 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Audrey Hepburn crea imagen y moda con sus vestidos de Givenchy y su famosa boquilla llena de glamour, a la vez que con su dulzura y picardía impregna los amaneceres neoyorkinos mientras que, sin prisa, se para fantaseando delante del escaparate de Tiffany´s mientras suena el "Moonriver" de Mancini: uno de los comienzos más memorables de la historia del cine.
Bien es cierto que la Holly Golightly de Capote era un personaje más oscuro y ambiguo, pero es innegable que Audrey la envuelve en un halo que la hace irresistible, no solo para Paul Varjak, sino para todos los espectadores.
Me resulta imposible aludir a la película pasando por alto, la que es mi secuencia preferida en la historia del cine: una Audrey sentada en el alfeizar guitarra en mano entonando Moonriver mientras George Peppard la observa ensimismado desde la suya; una secuencia que resume todo el glamour y grandiosidad del buen cine clásico, que por desgracia ya se extinguió hace tiempo.
Bien es cierto que la Holly Golightly de Capote era un personaje más oscuro y ambiguo, pero es innegable que Audrey la envuelve en un halo que la hace irresistible, no solo para Paul Varjak, sino para todos los espectadores.
Me resulta imposible aludir a la película pasando por alto, la que es mi secuencia preferida en la historia del cine: una Audrey sentada en el alfeizar guitarra en mano entonando Moonriver mientras George Peppard la observa ensimismado desde la suya; una secuencia que resume todo el glamour y grandiosidad del buen cine clásico, que por desgracia ya se extinguió hace tiempo.