9 de octubre de 2011
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Rowan Atkinson nos tiene mal acostumbrados con las exageraciones, gestos faciales y la torpeza propias características de Mr. Bean. Uno espera ver algo parecido a Mr. Bean, el personaje más entrañable del señor Atkinson, pero se encuentra con otro personaje más comedido, más correcto, más serio, más soso y más británico (al estilo de un gentleman). Servidor no desea ver a un Mr. Bean encorsetado, desea verlo desatado.
Añado que la historia de la película no acompaña. Podrían haber optado por incluir más gags o una historia algo más profunda. La sensación es que se han quedado a medio camino, ni funciona la película ni funcionan los gags. Una pena, contar con semejante humorista y no sacar su máximo rendimiento.
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