Esta es una serie maravillosa. Y sobretodo irradia humor. Vamos a ver, tenemos un detective que bebe de Serlock Holmes (¿qué serie de hoy en día de investigación o incluso de médicos - House - no copia a la inmortal creación de A.C.Doyle?) sobretodo en su gran capacidad análitica, pero ojo, he aquí la diferencia... también le añade un gran handicap... no es solo una enfermedad, como la cojera, como sucede con House, ni una apariencia torpe, como pasa con Colombo... es una mezcla de ambas. Y aparte podemos añadirle un toque del Rainman de Dustin Hoffman, y voilà, tenemos un extraño ser, indefenso, dotado de una capacidad analítica asombrosa y de un reparto de secundarios simpáticos y de buen rollo.
Está claro que esta serie no pretende reflejar el drama de las personas que sufren de TOC (trastorno obsesivo compulsivo). Cualquiera que sepa algo sobre enfermedades mentales descubrirá enseguida que lo que nos cuentan referente a esta enfermedad está edulcorado y estereotipado. Pero eso no importa, da igual, porque es una "licencia" que yo al menos, le permito a los creadores o guionistas de esta serie, al igual que hacía cuando en "El equipo A" pegaban más tiros que en la guerra del Vietnam y no moría nadie. Es una serie agradable, con guiones que intentan ser divertidos y originales y sobretodo simpáticos y que lo consiguen, al menos en los pocos capítulos que llevo vistos de ella, y que se merece nuestra atención. Viva Monk y sus amigos.