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España España · . ¯\_(ツ)_/¯ .
Voto de Jose_Lopez_5:
2
Aventuras. Acción. Fantástico En un mundo dominado por la barbarie y la maldad, un guerrero y una mujer llamada Red Sonja tendrán que enfrentarse a la perversa princesa Gerden y a los poderes de un maléfico talismán. Pero sólo podrán conseguir la victoria si ella conserva la virginidad. (FILMAFFINITY)
29 de agosto de 2019
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como dirían hoy día, Dino de Laurentiis troleó a Schwarzenegger con "El guerrero rojo" (1985).

Después del estreno de la segunda entrega de Conan, "Conan, el destructor" (1984), Dino y Arnold coincidieron en no rodar más películas del cimmerio. O, al menos, eso creyó Arnie. Por ello, acordaron explorar trabajos más contempóraneos y dejarse de tanta espada y brujería. Todo dentro del contrato de diez años y cinco películas máximo de Conan que habían firmado en el 77.

No obstante, De Laurentiis, que era un ladino, le pidió un favor al austríaco: que se prestase para un cameo en una película que quería hacer, "Red Sonja" (en España, "El guerrero rojo"). Un papelito menor, el de Kalidor, que serviría como mero apoyo al principal, una guerrera interpretada por Brigitte Nielsen.

Al Chuache aquello debería haberle olido a chamusquina, porque acababan de acordar que no más películas de ese tipo, amén de que ya le había hecho alguna jugarreta años atrás. El italiano le vendió la moto diciéndole que la cinta era la versión femenina de Conan, que daba presencia a la mujer en un papel agresivo, etc. Vamos, lo que según las hembristas de hoy en día sería "empoderamiento". Arnold picó como un besugo.

Así, lo que iba a ser un cameo que requeriría una semana de rodaje en Italia, acabó durando un mes, durante el cual Arnold creyó estar interpretando pequeños pasajes. No era consciente el austríaco de que Dino lo estaba grabando desde multitud de ángulos con varias cámaras y que, después, en la sala de montaje, acabaría dándole un enorme peso a su personaje. Incluso el póster promocional fue creado usando una imagen suya que doblaba en tamaño a la de la danesa Brigitte. Y todo porque el spaghetti ya no tenía los derechos sobre el personaje de R. Howard. Así fue como Schwarzenegger acabó haciendo una tercera entrega del cimmerio sin ni siquiera saberlo. Ains, Arnie tan listo para unas cosas y tan tonto para otras.

Si la anterior y rentable cinta de Conan ya había recibido críticas pobres, lo de esta ya fue un recochineo. Con un presupuesto poco claro de entre $16 millones y $17.9 millones, su taquilla en EE.UU. se movió entre los $2.9 millones y los $6.9 millones. Poco importa el baile de cifras porque, se tome la que se quiera, la cinta fue un descomunal fracaso. Y con razón.

Una aventura para casi todos los públicos, niñato incluido, en donde personajes idiotas y bravucones eran recreados por los peores actores imaginables, todo ello aderezado con diálogos que dan vergüenza ajena. Hasta el propio Arnold, inmerso en su fantasioso cameo, estaba poco menos que pasota. Para la música, Morricone, que Dios sabrá qué pintaba en esto. Supongo que lo tenían a mano por aquello de la geografía. Baste decir que la propia mujer de Arnold, Maria Shriver, se mofó en público del trabajo alegando la ya conocida frase: "Si esto no acaba con tu carrera, nada lo hará". No en vano, ganó un Razzie y fue nominada a otros dos.

Actualmente, hasta el propio Arnold opta por reírse de cómo se la colaron (qué remedio). Una técnica suya muy socorrida, la de surfear la ola, cuando sabe que no puede correr más que el tsunami de diarrea que se le viene encima. Por ahí sigue con el chistecito según el cual, cuando sus hijos le tocaban las narices, los amenazaba con ver esta película diez veces. Ji ji, jo jo, pero el italiano bien que se la clavó.

PS: Es imposible no preguntarse acerca de la responsabilidad del director Richard Fleischer en todo este asunto, pues éste hacía lo que los productores ordenaban. Si esta historia es cierta, y Arnold así lo indica en su autobiografía del 2012, al austríaco le tendieron una trampa entre varios. Una jugada peligrosísima que pudo haber hundido su carrera. No sé Arnold, pero yo estaría deseando romperle el cuello al italiano y al director por algo así.

Actualización a 11-agosto-2023: He vuelto a verla, y me reafirmo en cada una de mis palabras. La película es mala con avaricia. He "disfrutado" de nuevo con las interpretaciones de los protagonistas a quienes, además, he tenido el detalle de escuchar en VO, y ha sido pura lisergia. Porque no es solo que Arnold actuase mal. Es que todos lo hacían. El odioso Ernie Reyes Jr., la Nielsen, la Bergman y hasta el mismo Ronal Lacey. Frases horribles pronunciadas de las peores formas posibles. Actores que, en vez de interpretar, leen sus frases con acartonamiento e inexpresividad. ¡Hostias qué mala es la jodía!

Eso sí, he podido constatar dos detalles curiosos. Uno, lo razonablemente bien que se siguen viendo los efectos basados en "matte painting". Para ser un producto tan cutre, el trabajo está razonablemente bien hecho. Dos, el esfuerzo de Lacey al hacer algunos movimientos, actor que arrastraba una bolsa de colostomía. Tiene mucho mérito a lo que tenía que enfrentarse este hombre en su día a día (como todos los que tienen una bolsa de ese tipo).

Por cierto a Ernie Reyes Jr. no le fue nada bien, porque su trayectoria ha estado trufada de bodrios. De hecho, tan mal le ha ido que, cuando ya de adulto le fallaron los riñones (2015) y necesitó de un trasplante, su familia tuvo que mendigar dinero en Internet. Entiendo que su seguro médico privado no debía cubrir los $75.000 que costaba la intervención, que bien pensado tampoco era tanto. Y en EE.UU., en lo que a salud se refiere, o tienes dinero o te mueres. Pocas perras y una nula capacidad de endeudamiento debían tener en su familia para llegar a ese extremo.
Jose_Lopez_5
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