Siento especial debilidad por las películas generacionales, aquellas que reflejan el paso de la adolescencia a la madurez, las que hablan de primeros amores, experiencias que acaban fortaleciendo y conflictos varios que acabarán marcando el futuro carácter del antihéroe de la función. Ese tipo de experiencias que directores como John Hughes, Kevin Smith o Richard Linklater han sabido retratar de manera más que digna, sin caer en estereotipos o burlas tan comunes en este tipo de producciones.

Pues bien, afortunadamente Adventureland tiene el encanto propio de esas películas que me gustan, así pues tenemos un protagonista, James Brennan (Jesse Eisenberg), cuyos planes de viajar por Europa se ven trastocados por culpa de la débil economía familiar. Ello le lleva a trabajar en un destartalado parque de atracciones, allí conocerá a todo un abanico de personajes que harán mella en él, especialmente la extrovertida y enigmática Em (Kristen Stewart). Pero también conocerá la verdadera amistad de la mano del entrañable Joel (Martin Starr), a la sexy Lisa P. (Margarita Levieva) o al idolatrado Mike (Ryan Reynolds).

A pesar de lo tópico de su argumento y del previsible devenir, la película tiene el encanto propio de cualquier relato de maduración y aleccionamiento, ello significa que seremos testigos de lo importante que es no dejarse llevar por las apariencias, las cuales nos pueden conducir a engaño, así como saber separar a las verdaderas amistades de aquellas que sólo pretender aprovecharse de uno. A pesar de tratar esos temas la película no pretende ser moralista (por ejemplo, al protagonista le legan toda una colección de porros, los cuales le sirven para entablar algunas amistades…). Si a todo esto sumamos la correcta dirección de Motolla y unos igualmente correctos actores así como algún que otro momento, divertido (el baño de James y Em en la piscina), triste (la historia de la madre de Em) o romántico, pero no ñoño (la conversación entre los protagonistas en el coche) nos da como resultado una más que loable propuesta.