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España España · Somewhere Far Beyond
Voto de Richy:
7
Ciencia ficción. Fantástico. Thriller. Aventuras Londres, 1893. Tras cinco años de inactividad, Jack el Destripador vuelve a las andadas. Huyendo de la policía, el asesino entra al laboratorio del joven H.G. Wells y huye en su reciente invento: una máquina del tiempo. Después de recuperar su ingenio, Wells descubre que el Destripador escapó al futuro: ahora deberá ir tras él... (FILMAFFINITY)
9 de enero de 2015
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primer filme de Nicholas Meyer, director destacado principalmente por su celebrada “El día después” (1983) y por un par de episodios del “Star Trek” cinematográfico. Meyer comenzó su andadura en la ciencia-ficción con esta interesante premisa en la que se aúna la leyenda de Jack el Destripador con la rica imaginería de H.G. Wells, y nada mejor que hacerlos a ambos protagonistas de la función.

El relato cuenta cómo Jack el Destripador (David Warner) se cuela en la casa de H.G. Wells (Malcom McDowell), amigo suyo, huyendo de la policía después de asesinar a una prostituta. En ese momento, Wells está mostrando a sus camaradas su invento más revolucionario: una máquina del tiempo que permite viajar a cualquier época. Jack aprovecha para meterse en ella y viajar al San Francisco de 1979, pero Wells lo sigue con la determinación de detenerlo, ya que se siente culpable de haber soltado a un asesino en el futuro por culpa de su máquina.

El filme aúna thriller, ciencia-ficción y algo de comedia con un ritmo bien marcado, aunque el romance de Wells con una empleada de banco (Mary Steenburgen, quien se casaría con McDowell en la vida real) ralentiza la acción en demasía, centrada ésta en la caza del asesino del siglo XIX. Es destacable el asombro de Wells ante el avance tecnológico de la sociedad del futuro, y su decepción al ver que sus ideas sobre una civilización pacífica y tolerante estaban equivocadas, ya que la condición humana no ha cambiado nada con los años. Tan sólo Jack parece encajar en ese mundo adelantado a su tiempo.

De formato correcto, la cinta no alardea de buenos efectos especiales, algo pobres incluso para la época, pero son escasos y no desentonan en el desarrollo. El buen ritmo impuesto por Meyer resulta suficiente para disfrutar de un relato que causa intriga, emoción y además, ofrece reflexiones acerca del devenir de la sociedad. Las interpretaciones son variadas, con un Malcom McDowell algo soso pero correcto, una Mary Steenburgen poco creíble quizás debido a su innecesario papel, y un David Warner impresionante que les hace sombra a todos.

“Los pasajeros del tiempo” es otra de las cintas de las que guardo un buen recuerdo de mi adolescencia, por lo que tiene un punto más que la hace imprescindible en mi cultura cinematográfica. Quitando la parte nostálgica, el filme de Meyer sigue estando por encima de la media del subgénero de viajes en el tiempo y derivados, por lo que la recomiendo totalmente.
Richy
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