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Voto de Alber H LaFleur:
1
Comedia. Drama Philippe, un aristócrata millonario que se ha quedado tetrapléjico a causa de un accidente de parapente, contrata como cuidador a domicilio a Driss, un inmigrante de un barrio marginal recién salido de la cárcel. Aunque, a primera vista, no parece la persona más indicada, los dos acaban logrando que convivan Vivaldi y Earth Wind and Fire, la elocuencia y la hilaridad, los trajes de etiqueta y el chándal. Dos mundos enfrentados que, poco ... [+]
29 de noviembre de 2013
25 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
Intuyo que el equivocado debo de ser yo, así que ruego a las personas que dan los premios, a los cinéfilos y a los críticos de profesión y vocación que me expliquen dónde están las virtudes de esta película. Por supuesto entiendo que el gran público, de buen corazón y no demasiado exigente, haya disfrutado con esta comedia que nos demuestra que los peores blockbusters no sólo se hacen en Hollywood, cuentan con producciones astronómicas y los protagoniza Nicolas Cage.

Nos encontramos con un paleto gamberro que,a lo largo del film, demostrará tener mucho que enseñar a gente de una clase supuestamente más elevada. Dos de cada tres pelis americanas de éxito de los 80 y alguna de los 90 seguían este patrón: 'Cocodrilo Dundee', 'Entre pillos anda el juego', 'Solos con nuestro tio', 'Pretty Woman', 'Princesa por sorpresa'...

¿Sigo? Debo, porque en España tenemos un referente aún mejor y anterior a todas ellas: 'La ciudad no es para mi'. Creo recordar que en aquella Paco Martínez Soria venía del pueblo con la gallina bajo el brazo y, con su sabiduría de la vida, metía en cintura al nieto porrero, a la nuera adúltera y al hijo demasiado enfrascado en su trabajo. Del mismo modo, en 'Intocables' un 'niga' sabelotodo, zafio, irritante y estereotipado (creo que hasta podría resultar ofensivo en EEUU) les saca las castañas del fuego a un ricacho en silla de ruedas, a su hija y hasta al ama de llaves.

El personaje de Driss es maleducado y va avasallando a todo el mundo pero, aun así, todo lo que hace está bien. ¡Qué negro más enrollao! Se pasa por el forro a una orquesta sinfónica interpretando greatest hits de Vivaldi o Bach, lo cambia por unos bafles (atentos a la publi de Apple) y música funky y todos le ríen la gracia y se ponen a bailar con él. ¡Bien por Will, bien por Will! Ah no, que ese era otro... Luego le llevan a la ópera, pero el chaval no tiene remedio y vuelve a armarla. Y lo peor es que su vegetativo compi se mea de la risa. Sancho Panza fagocita a Don Quijote. El mensaje: da igual si eres más burro que un arado mientras seas auténtico y buena persona.

Los responsable del film Olivier Nakache y Eric Toledano huyen de todo riesgo en la narración, pero también en lo formal, cayendo en clichés como la manida sucesión de planos cortos con música (para contarnos que la relación de los protas, a lo largo de los días, va viento en popa) o el imperdonable resumen del flashforward inicial.

Si pasamos por alto todo esto, supongo que quid de la cuestión es que es una película "que llega", una peli con alma. A pesar de la incuestionable grandeza actoral del tándem protagonista, a mí no me transmite, salvo en los momentos más 'dustinhoffmanianos' de François Cluzet. Para lo larga que es, pasa de puntillas por el infierno de este hombre tetrapléjico y el hoyo económico y social en el que se encuentra su ayudante. Se cargan las tintas lo mínimo en pos de conseguir una comedia amable, eso sí, con un toquecito de drama. Lo justito para que no amargue, pero que emocione y se convierta en esa peli de la que todos hablan.
Alber H LaFleur
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