James Mangold ha sabido como encajar su último título viendo las fechas en las que estamos, y es que su Noche y Día a parte de ser un espectáculo en cuanto a lo que garantiza parte de una premisa no muy original pero si bastante esclarecedora. Su misión sobre como debe alentar a los espectadores con esta película es clara pero existe mucho público que no termina de ver estos títulos como lo que es, puro cine para pasar un buen rato. Utilizando dos estrellas de gran calibre en la última década como lo son el gran Tom y Cameron Díaz termina haciendo que Noche y día sea más indicativa por sus caras conocidas que por lo que acontece la dicha cinta, que no es negativo ni nada parecido.

Y es que desde que comienza la función con Cruise liderando en todo momento y adueñándose de cada plano, todo se va al lado que tiene que ir, para que nos hagamos a la idea de lo que vamos a presenciar. Un espía (Tom Cruise) perseguido por la agencia a la que servía se encuentra con una chica a la que tendrá que involucrar en su aventura por medio mundo. Todo se convertirá en una misión suicida, pero algo hará que ésta misión no sea del todo aburrida, ya que surgirá algo entre ellos diferente de lo normal en una odiséa que compartirán más que tiros y persecuciones.

Desde que Cruise aprendiera a llevar el peso de una película hace ya tiempo, es lo que hace que funcione este nuevo producto ya que el director hace que todo gire alrededor de él y asi también se vuelva menos complicado a la hora de sacar el proyecto adelante. Mangold dirige y lo hace como normalmente sabe, con un ritmo elevado, buena predisposición hacia sus actores y con una línea regular en todo momento en lo que a la narración se refiere. Si es cierto que Noche y Día, producto de la casa hollywoodiense contiene cierta similitud a otros filmes, pero eso no quita que al espectador le haga distraerse fácilmente. El punto de comicidad que lleva la mayor parte de la cinta de un lado a otro, es lo que hace que la acción después sea llevada con mayor atención. Sin embargo, nunca se puede escapar el sobresaltar lo inverosímil y surrealista que son la mayoría de las secuencias dentro de estas "americanadas" como algunos/as los llaman. Aún asi no le voy a quitar merecimiento ya que cada escena está magníficamente realizada, y por último es imposible no mencionar la dedicación que han tenido en recorrer países distintos en busca de una solución mucho más alentadora dando a ver lo más significativo de cada localización.

Tom Cruise vuelve a estar espléndido como casi siempre, con su sonrisa, sus acciones y su punto de Ethan Hunt/James Bond/Jason Bourne a la mísma vez. Mientras que de Cameron Díaz no puedo decir lo mismo, ya que aunque no desagrada tampoco, no nos desacostumbra a que haga algo distinto como hace en sus películas. Aparecen Peter Sarsgaard y Jordi Mollá, el primero en más ocasiones que el español, pero es que ninguno logra entusiasmar con su actuación.