Una banda de comanches asalta la casa de una familia asesinando a los padres y secuestrando a una de las hijas. El tío de ella (Wayne), recién llegado de la guerra y hombre que odia a los indios, emprende junto al hermanastro (Hunter), una implacable búsqueda.
Poderoso, soberbio y sabio western de Ford, para muchos críticos obra definitiva del género (eso no, no y no). "Centauros del desierto" es esencia de western (eso sí, sí y sí), esencia de cine, esencia de vida; un film que resulta singularmente inolvidable por la fuerza de sus imágenes, plasmadas en una magistral y maravillosa fotografía de Winton C. Hoch y por la realización de Ford, quién utilizó como nadie el poder del plano medio, logrando momentos memorables, en especial la última secuencia, un prodigio de síntesis emocional, una sola imagen que resume a todo un personaje, a toda una película. Un clásico, una obra maestra, un título glorioso e indiscutible.