Haz click aquí para copiar la URL
España España · ciudadano del mundo (palencia)
Voto de kafka:
8
Drama Para sobrellevar el insomnio crónico que sufre desde su regreso de Vietnam, Travis Bickle (Robert De Niro) trabaja como taxista nocturno en Nueva York. Es un hombre insociable que apenas tiene contacto con los demás, se pasa los días en el cine y vive prendado de Betsy (Cybill Shepherd), una atractiva rubia que trabaja como voluntaria en una campaña política. Pero lo que realmente obsesiona a Travis es comprobar cómo la violencia, la ... [+]
5 de diciembre de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un hombre enfermo de insomnio (ex-combatiente en Vietnam) se empleará como taxista nocturno.Así, su caracter religioso-mesiánico, cuasisectario, le hará engrandecer su visión del mundo como un lugar en el que hay demasiada basura. Escribiendo su diario, y en una permanente soledad, hará de su vida un intento de reducir la basura existente, en dos direcciones básicamente: asesinando a un candidato a la presidencia y sacando de la prostitución a una puta ¡doceañera! (¡Jodie Foster!).
Scorsese logró un film excelente y una gran película que de tanto estar en el borde del precipicio conceptual y argumental no acaba de resultar redonda en parte. "Taxi driver" es, en un primer aspecto, una metáfora radiográfica del vacío social/moral de la sociedad americana del momento, siendo un film muy rico en apreciaciones de todo tipo: sociales, psicológicas, políticas, morales, filosóficas (gran guión de Schrader). Trata con riesgo de ser tachada de discutible y pretenciosa, pero con energía y convicción, la contraposición Pureza/Pecado, todo ello desde el inolvidable personaje del taxista incorporado por un De Niro irreprochable, que desde su solitario laberinto, que le hace ser un observador preciso e hipersubjetivo de la realidad, pretende un regeneracionismo social que implique la limpieza de la basura humana (putas, maricas, lesbianas, delincuentes, políticos...:perdón por ensuciar a los primeros con estos últimos) en busca de una imposible pureza moral, a fin de sentirse con vida y abandonar su soledad y laberíntica cotidianiedad, su infierno y desconexión del mundo.
Tanto juegan Scorsese y Schrader en le límite de su lógico argumento y no descerebradamente filosófico, que en un final dónde se riza el rizo y se exagera todo lo anterior se acaba por estropear bastante la inmaculada maestría que destilaba este clásico.
En el film destacan, empero, muchos aspectos como los personajes de Keitel como chulo melenudo y, sobre todo, el de una Jodie Foster como puta hortera de doce años que causó un monumental revuelo. Pero por encima de todo, la obra maestra es indiscutible en la partitura de Herrmann, otra melodía mítica y eterna, aquí desencantada y desesperanzada que da a la perfección en la diana del personaje aturdido del genial De Niro, un antihéroe social de asumida soledad entre la muchedumbre, de pacífica violencia entre lo violento y descarnado de las entrañas de la inexplicable y neurótica sociedad que nos atañe ayer, hoy y mañana.
kafka
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow