Haz click aquí para copiar la URL

El dulce porvenir

Drama Un autobús escolar se despeña montaña abajo y se hunde en un lago helado. En el accidente mueren todos los niños del pueblo. El abogado Mitchell Stevens se entrevista con los padres, reabre sus heridas del pasado y les propone llevar el caso a los tribunales. (FILMAFFINITY)
<< 1 4 5 6 7 8 >>
Críticas 36
Críticas ordenadas por utilidad
2 de diciembre de 2012
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Michell Stevens es un abogado que es contratado para hacerse cargo de un caso en un pueblo donde debido a un accidente con el autobús escolar, la mayoría de los niños de ese lugar mueren, su misión es demandar por negligencia a la empresa que fabricó el bus.

Para esto deberá conversar con los padres de los niños involucrados, en momentos donde la angustia, tristeza y desesperación por lo ocurrido se hacen denotar en gran medida, a su vez, Stevens debe hacer frente a algunos contratiempos con su hija que tiene problemas de drogas.

Avaricia es seguramente la palabra que se puede dilucidar más en esta película a pesar que en ningún momento está presente, ¿pero la avaricia de quién? Es mejor que cada quien saque sus conclusiones. Más sin embargo, no se puede obviar el emparejamiento que se hace con el relato de “El flautista de Hamelin”, ahí está la respuesta.

Atom Egoyan va entretejiendo a paso suave y comedido una historia triste, por momentos durísima e impactante en su relato, con algunos momentos de inquietantes sorpresas mientras vemos desarrollar la trama, la vida del pueblo (o lo que queda) después de la tragedia.

The Sweet Hereafter lo deja finalmente a uno como espectador lleno de sensaciones, imposible quedarse nulo ante la explosión sentimental que el director va montando a lo largo del film y que termina por desembocar de una manera impresionante.
10P24H
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
31 de julio de 2010
5 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como la mayoría de las películas canadienses que nos llegan es de una presencia muy atrayente pero en cuanto empieza a rodar resulta insatisfactoria, desabrida, de mucha y buena fotografía pero sosteniendo una narración poco emocionante, sosa y "falta de chicha y de limoná". ¿Qué pasa en Canada, acaso no se usa la sal marina ya en el sentido culinario ya en el sentido cinematográfico?

Película pasable, pero poco más; desde luego, deja mucho que desear para poder alcanza el grado de sobresaliente.
Semeocurre
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
30 de noviembre de 2010
3 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este filme parece querer llenarnos de melancolía, y Atom resulta lento al mostrarnos la historia de los personajes en este gélido paraje de un pueblo, cuyos personajes unidos en un puente de dolor parecen buscar a sus seres queridos. Pero no esta del todo claro, ya que se intuye que están como muy fugados en una indemnización que para nada mitiga el dolor de haber perdido a sus seres queridos en ese camión sin retorno. Tal vez estén hipnotizados por el sonido de un flautista que les distrae de ese dolor insoportable. Yo mientras tanto, no soy presa de esa melodía hipnótica, y estoy aquí… en lo alto de esta montaña. El paraje es desolador, gélido, frio, terriblemente solitario. A lo lejos se ve una caravana de camiones que avanzan por un sendero casi cubierto por la nieve. Uno de los camiones es mi objetivo. Soy un francotirador. Mis músculos están casi congelados. Mis labios amoratados por el frio, y mis ojos protegidos por esas gafas contra la nieve, hacen que mi pulso casi tiemble. Se acerca el momento. El camión se acerca. Las almas ven dentro de ese bus. El flautista de la muerte acecha, escondido en algún lugar. Atom lleva a esas almas directas a la profundidad del hielo. No lo puedo evitar, mi pulso tiembla. El en caminador de almas se lleva a esos niños. Todo es confuso. Mi misión se complica. Una motociclista se aproxima a mi improvisada guarida en lo alto de la montaña. La hora se acerca. Atom trabajando. Los padres sin hijos parecen muñecos de cartón. Atom no me convence. Atom es la oscuridad, Atom es la blancura de la nieve. El dedo esta presto en el gatillo. La familia en la caravana. Las almas del camión se pierden en el hielo. Estoy inconsciente. El jinete del hielo me aturde. La misión continúa.
La película no avanza. Las almas han cruzado el puente de la vida. La familia se salva.
El francotirador mata a Ego Atom.
RAMON ROCEL
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
14 de octubre de 2012
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con una notable onda a la serie “Ones Upon a Time”, pero con una narración mas onírica, es una analogía infausta de El Flautista de Hamelin. En un atmósfera similar, aunque menos oscura, a la de la inolvidable serie Twin Peaks, el filme cuenta la historia de los habitantes de un septentrional pueblo devastado por un mal “patinazo” vial en el que mueren casi todo los niños de la comunidad, salvo Nicoll (una convincente Sara Polley), una chica cuyos sueños artísticos le cuestan su inocencia de la peor manera.

La aparente pasividad dolorosa que acontece en la nevada comunidad es azuzada por el abogado Mitchel Stevens (un correctísimo Ian Holm) que busca en las miserias e iras retorcidas de los padres insumos a favor de su egoísmo demandando a los supuestos responsables del accidente (recordé lejanamente psicorígido Agente Especial Dale Cooper de la serie Twin Peaks- ¡¡Grande Kyle MacLachlan!!). Holm se faja, en mi opinión, el mejor performance de la película al convencer con la mascarada de la tecnocracia y la moralidad a sus posibles clientes para unirse a su causa, escondiendo su propia procesión interna con una hija cuyo Flautista de Hamelin son las drogas y la pornografía.

De otro lado, esta Nicoll, voz en off, a veces innecesaria, del cuento infantil cuya cándida visión es el único hilo esperanzador de la situación, pero que mediante actos valientes y sacrificios permite que la casi imperceptible paz del dolor se mantenga imperturbable y de alguna forma más soportable a pesar de los esfuerzos de Stevens.

El director Atom Egoyan escoge acertadamente un estilo narrativo y visual no lineal en el tiempo, pero artesanalmente compuesto por acertados flashbacks, que además develan los pecados de algunos miembros de la comunidad, y una BSO que multiplica la tristeza y evocación casi perpetua del pasado (resalta el relato del abogado en el avión acerca de su hija a los tres años). No obstante, el ritmo de la película a veces es tan frío como su atmosfera y solo la ocasional luz y el acrecentado deseo por conocer el desenlace parecen alimentar el visionado, que en todo caso resulta atrayente, deleitable y genera reflexión, aunque pudo ser más notable con un mero cambio de ritmo.
Javenco
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5 de abril de 2007
4 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me recuerda muchísimo a Fargo. Ese pueblo sin un rayo de sol, en el que casi no pueden andar por la nieve. El argumento tan duro pero tan real. La historia tan bien hecha y contada que con su trama podría parecer una TV Movie. Excelente. Sara Polley me ha conquistado.
concheta
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 4 5 6 7 8 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here

    Últimas películas visitadas
    August at twenty-two
    2023
    Sophia Castuera
    arrow