Green Book: Una amistad sin fronteras

Sincera y honestamente, me aburre mucho este mensaje maniqueo de buenos y malos. Tópico tras tópico, la película navega por un sinfín de situaciones vistas y recalcadas hasta la saciedad por el insufrible cine moderno. Distinguido público: ¡El cine ha muerto! Lo mató Steven Spielberg y sus secuaces, gente que sabía hacer cine al estilo clásico, pero que se vendieron a la rica industria del Dólar. Encauzaron las historias, los guiones, la cámara y la música hacia la lágrima fácil y una falsa perspectiva de la realidad.
Por favor no se dejen engañar por estos productos empaquetados de comida basura, esta película no vale nada, como todas las que se hacen hoy en día. Si ustedes saben algo de neurociencia, rápidamente comprenderán que nuestro cerebro es susceptible de emocionarse, de modo un tanto reflejo con ciertas partituras, situaciones y melodías. Los productores de Hollywood lo saben, y por ello nos timan de modo contumaz con estos productos insufribles.

Voy a ser rápido, una película con temática racial superficial, una película musical sin música y un personaje (Vigo Mortenssen) ordinario, nada original y planísimo , la película la empiezas a olvidar desde el primer segundo de salir del cine.
Esta nota media no se merece salvo porque el cine está muy carente de ideas nuevas

Hay directores a los que se les cae la tostada del lado de la margarina light cuando les hablan de arte, riesgo u originalidad. Son los realizadores de premiadísimos productos independientes como 'Intocable', 'La vida es bella', 'Captain Fantastic', 'Crash', 'St. Vincent', 'Little Miss Sunshine' o la muy chirriante 'La terminal' de Spielberg. Películas para todos, para la gente que va al cine para sentirse bien y pasar un buen rato, y que esconden más o menos burdamente un mensaje conservador. Pues bien, la peor de todas, la más truño es GREEN BOOK, con sus italianos gritando y comiendo pasta, sus negros gays que están solos y son infelices, claro, sus mujeres buenas y mansas siempre en la cocina y sus hombres rudos que comen con la boca abierta y van en camiseta de tirantes blanca pero esconden un gran corazón. Vamos, una auténtica MIERDA. Cuidadín.