Sobreviven

"They live" es un clásico de la ciencia-ficción de los 80. Su planteamiento inicial es muy bueno, al igual que su crítica social, a la altura de las grandes películas del género, pero luego decae irremediablemente en película de acción trepidante que la desgasta enormemente. El actor principal es mortiferamente malo. Y esa música blues que suena durante la primera hora y que tanto te mete en el argumento, de repente desaparece; lo cual es una pena.
A pesar de todo es un film recomendable para pasar una tarde.

Al hilo de las coñas que han ido apareciendo por internet en los últimos días a costa de las nuevas y cansinas elecciones de este nuestro gran país, alguien me recomendó ver esta cinta de 1988 de uno de mis directores fetiche, John Carpenter. Creador de maravillas como The Thing (1982), Halloween (1978), La Niebla (1980), Christine (1983), Vampiros (1998), Encerrada (2010) o Golpe en la Pequeña China (1986). Carpenter también es guionista y compositor de bandas sonoras (de hecho, suele componer las de sus películas).

Están vivos es un filme de ciencia ficción (o no). Está basada en un relato de Ray Nelson. El protagonista, John Nada (Roddy Piper), es un hombre que no tiene donde caerse muerto pero consigue un trabajo en una construcción de Los Ángeles. Allí conoce a Frank (Keith David) que le lleva a un refugio donde hay alojamiento y comida. John empieza a ver cosas raras relacionadas con una pequeña iglesia y el pastor que la lleva. Todo empieza con una redada de la policía a la iglesia. Después de este hecho, John encuentra unas gafas muy especiales. Aquí comienza una historia bastante jocosa (o no) sobre los dirigentes del país.

La cinta mezcla el humor negro, la acción y el suspense.

La música y los actores son malísimos, pero te echas unas risas con todo el relato. Seguramente Carpenter pasaba por una de sus malas rachas en cuanto a dinero para financiar sus pelis y esta no tiene mucho de buena, aunque los efectos especiales son divertidísimos. Yo al menos pasé un buen rato.

Es una cinta original para su época y ciertamente valiente, aún con la presencia de la URSS en el imaginario estadounidense. Con un componente de crítica social contra el capitalismo consumista, si bien no muy profunda, tampoco mal trabajada. Sin duda debe ser una de las obras de referencia (salvando muchas distancias) que influirá en el modo en que Matrix plantea la metáfora de la alienación y las realidades paralelas de clase.

Es difícil no ver la crítica social en esta película, cuando los extraterrestres pertenecen a la élite dominante. Tan claro tienen algunos que deben rendir pleitesía al dinero y al poder, que no ven nada malo en que el resto de la humanidad esté adormecida, esclavizada, siempre que ellos pertenezcan al grupo de los que sacan tajada. El mensaje no puede ser más claro y directo. El resto de mensajes subliminales, tampoco tiene desperdicio.

La película tiene intriga, tiene acción, dura poco, e incluso sabe a poco porque te quedas con ganas de más. Quitando algunas machadas, en especial la pelea a puñetazos entre el protagonista y su amigo, está muy bien. Y aquí al menos tienen la decencia de sacarlos luego hechos un Cristo.

Es otra maravilla de John Carpenter, que ha pasado desapercibida como una obra menor, sin serlo.

Cachondísima. Película a momentos mala de penar y en otros extraodinariamente lúcida, filosófica y genial; con un ritmo tranquilo de paseante que va por el mundo echando unas horas como obrero de la construcción, peleando con un amigo en combate de lucha libre, mirando con gafas negras lo jodidamente corrompido que está este mundo e incluso tirando a matar sobre feos invasores que andan entre nosotros comiéndonos el coco.

O sea una película para verla en equipo de amigos con ánimos de pasarlo bien y acabar ejercitando a base de risas y más risas hasta las coyunturas más inflexibles del cuerpo.

¿Pasa algo, nena?