Toni Erdmann

En "Toni Erdmann", Maren Ade coloca el espejo delante de Europa y lo muestra al mundo. Refleja la piel agrietada de un continente carcomido por el vacío existencial, por la amargura de la insatisfacción, donde la incomunicación funciona como moneda de cambio. En él contemplamos con el rostro amargo el hundimiento de una joven que vierte en el trabajo sus carencias, sus inseguridades, sus insatisfacciones, insuflando a su agenda laboral más vida que a la suya propia. Vemos a alguien perdido que aparenta lo contrario. La imagen en la cúspide. Nuestra realidad más inmediata. También el rescate a esa juventud que no responde precisamente por su nombre. Esa guía para recuperar la ilusión, para despertar de un letargo prematuro, para despreocuparse por las apariencias y saberse a salvo, nos la brinda la película queriendo acercarse a una comedia que queda ensombrecida por su vertiente más dramática.

Como retrato de una sociedad sin rumbo, solitaria y ahogada en la importancia de la imagen, la película no titubea. No ocurre lo mismo cuando entra en juego lo absurdo como conflicto. La directora no termina de escribir las escenas del personaje de Toni de forma contundente. La reiteración se hace presente, el texto se alarga en exceso y sólo queda disfrutar de dos interpretaciones magistrales por las que sí merece la pena todo lo que nos están contando.

Avalada por las carcajadas y vítores de los críticos de Cannes y partiendo como clara favorita a alzarse con el Oscar a Mejor Película de Habla No Inglesa, este drama alemán llega con la corona ya bendecida. Las expectativas no se pueden disimular cuando en la venta del producto las características no admiten duda. Interpretaciones magistrales. Dirección encomiable. Un inteligente guión. Titulares que no por desgastados dejan de tener sentido y hasta cierto punto verosimilitud durante esas casi tres horas de metraje que dura la criatura. ¿Nada que añadir, por tanto, a esos rótulos en negrilla que encumbran a esta cinta a lo más alto de la comedia europea en lo que va de siglo? Tres horas después de un redundante texto, una cámara plana y un montaje sin ritmo, servidor sigue buscando aquello que hace grande a una comedia. Hay destellos de ironía y ciertas salidas que se agradecen -El "Greatest Love of All" que se marca una desquiciada Sandra Hüller- pero más allá de ahí quién escribe sigue buscando al menos una sonrisa que le reconcilie con lo que se le ha vendido.

Tras unos quantos años leyendo críticas en Filmaffinity,por primera vez me he decicido a escribir una.
Y al contrario de lo que suponia,no para recomendar una buena película,si no para avisar encarecidamente que no se os ocurra ver este bodrio.A no ser,claro està,que coincidais con los Boyero y cia.
Habiendo leído y escuchado maravillas sobre ella,me decidí a verla,y qual fué mi decepcion.
Ni comedia desternillante,ni emotiva,ni desgarradora ni nada.Un tostón de más de dos horas y media,sin historia que seguir ni empatía alguna con los personajes.Aclarar que suelo ir a filmotecas y cineclubs,con lo qual no me considero anti cine de autor,independiente,experimental o como quiera llamársele,pero esto no hay por donde cogerlo.No utilizaré zona spoiler porqué no veo que spoiler se puede hacer de ella,la verdad.
Dicho todo lo qual,mi máximo respeto a los que realmente les haya gustado.Recalco realmente.
Espero que mi segunda crítica(si la hay)sea positiva.

Hay mil maneras de tratar los temas que se tocan en la película, y definitivamente la manera que eligieron es la peor, no causa gracia, tal vez vergüenza ajena e incomodidad pero es un humor para pocos, tal vez mas común en Alemania, me parece buena la idea de salvar a una hija de su miserable vida inventando un personaje que la saque un poco de ese caos y la haga reír, se nota que el personaje femenino lo necesitaba, se nota mucho en la discoteca cuando le grita a su padre con la mirada que es infeliz.

La película arranca bien pero es muy lenta y tiene mucho lenguaje técnico sobre empresas y negocios que espantaría a mas de uno, no hacia falta que se nos muestren esas charlas para darnos a entender a que se dedicaba la protagonista, después la película se pone rara cuando "Toni" entra en acción y de ahí en adelante se complica, hay una escena a mitad de película que me hizo cortar la "mínima" empatia que le había agarrado a la protagonista por su vida sin vida ya que después de eso no la pude mirar de la misma manera y me pareció absolutamente innecesario mostrar ese lado del personaje. Desde ese punto ya termine de ver la película con incomodidad y desagrado cosa que se repetiría mas adelante en otras escenas que me hicieron desconectar de la película ya que me imagine que iba a tener un tono mas "sutil" y apto para varios públicos.

En definitiva... no la recomiendo para nada a menos que te gusten las rarezas y el humor vulgar.

Menuda tontería que acabo de ver. Si quieres perder el tiempo de una manera soberana te recomiendo esta película: te vas a acordar de mí y de toda mi familia; igual que yo me he acordado de todos y cada uno de los críticos que hablan bien de ella. Yo creo que lo hacen porque, como a mí, les ha resultado una soberana estupidez, y no se atreven a decirlo y lo disfrazan de insólita, delicia, pequeña obra maestra, de inteligencia insólita.

La verdad es que era una película que tenía ganas de ver por lo premiada que había sido y por las buenas opiniones que habían dado de ella muchos críticos. Así que, cuando fui a verla (yo sí aguanté hasta el final, aunque mucha gente se fue de la sala bastante antes de que terminara), no me podía creer que eso fuera una película tan valorada. Al principio, hasta parece que puede ser interesante, pero deviene poco a poco insoportable plagada de escenas absurdas, sin sentido alguno, con personajes esperpénticos y con algunas escenas lamentables. Por quien más lo he sentido ha sido por la protagonista femenina que ha estado toda la película soportando las memeces de un jefe, de un amante y, sobre todo, de un padre, hasta que ella también se ha contagiado. Además, y esto es importante, no hay que olvidar que dura cerca de tres horas que se hacen interminables.
En fin, los que no la hayáis visto, podéis sentiros afortunados porque aún estáis a tiempo.