Seda (Silk)

La cansina voz en off ya anticipa que no nos vamos a embarcar en una montaña rusa de sobresaltos, precisamente. La impresión se confirma en apenas diez minutos: esto empieza a tirar a aburrido y cada vez cuesta más mantener el interés. La parsimonia que destilan de natural la mayoría de las producciones asiáticas no resulta fácil de imitar para cineastas occidentales y eso hace que la película patine: ese ritmo pausado al estilo oriental que parece buscar el director acaba convertido en puro tedio y artificio. Muy guapa la Knightley, muy chulos los paisajes, sí, sí; y muy profundos los bostezos.

Sosa, muy sosa ,como todo lo que hace Keira ultimamente.
O mejor absurda, Se va a Japón en busca de huevos de gusano y vuelve loco perdido por una chica que le ha hecho un té... y él no conforme tiene que volver, hasta los confines del mundo , en un arriesgado viaje poniendo en peligro su vida, su matrimonio y el negocio, por una mujer con la que ni siquiera ha hablado. Y luego dicen que en esto del amor las mujeres somos idiotas...
Sin comentarios...
Por no hablar de las "dotes clarividentes" de la mujer...

Desde el primer minuto, me enamoró.
La siempre exquisita Keira Knightley, en el papel de una hermosa y sumisa esposa, y mi recientísimo descubrimiento, Michael Pitt, injustamente desconocido,hacen una de las mejores parejas que he visto. Una película llena de detalles, y con una fuerza díficil de apreciar. Sei Ashina, bellísima y dulce como nadie, sabe expresar inmejorablemente, y siempre desde su sitio, el deseo que la envuelve al conocer a nuestro protagonista.
Maravillosa, insuperable en su V.O, y absolutamente de obligada visión a todos aquellos que le den importancia a los pequeños detalles.

La historia narra los hechos que acontecen a un comerciante de seda en sus viajes desde Francia a Japón, en busca de huevos de gusanos de seda.
En primer lugar la historia podía haberse exprimido más.

El personaje de Herve Joncour es totalmente plano, carente de expresión, de fuerza. Intenta expresar un tormento que le queda grande. A veces pareciese un niño, con peluca de anciano mal puesta. De manera que resulta entre cómico y grotesco.
El personaje que interpreta Keira Knightley, resulta cargante, tedioso y poco creible. Interpreta a la mujer abnegada, sumisa y ciega por opción consciente, aunque no lo consigue.

La historia se deja contar aunque es totalmente ínsipida. No aporta nada especial, salvo el final.
La fotografía se hace repetitiva, siempre son los mismos escenarios , que al no aportar diálogos lo suficientemente envolventes hace que se note más esta pobreza visual.
Podría haber sido una buena historia, pero se queda en el podría haber sido.

Cuadro de paisajes infinitos y bellos, obra contemplativa no apta para hiperestésicos o dolentes del síndrome de Stendhal, el espectador sensible se quedará extasiado ante la contemplación de tal belleza, armonizada por intensos y dilatados silencios que aturden y adormecen el sentido de la realidad.
Y la realidad es que la película se queda en un vacuo ejercicio paisajista, de belleza formal impecable que intenta transmitir el sangrante amor que inunda al protagonista hacia aquellas tierras, aquella gente y aquella mujer.
La intensidad dramática la ponen un Michael Pitt correcto y una Keira Knightley angelical y frágil como nunca.
Basada en la famosa novelita de Alessandro Baricco, debería haber durado al menos el doble de tiempo para poder introducirnos en la complejidad de las intensas emociones experimentadas por los personajes.
Sólo por deleitar a los ojos con esos manantiales brumosos y esas aldeas nevadas merece la pena la contemplación.

Ventajas: Altas dosis de belleza concentrada. El tratamiento de la luz.
Desventajas: No profundiza en los personajes.