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Las mil y una noches: Volúmen 1 - El inquieto

Drama. Comedia En un país europeo en crisis, Portugal, un director se propone construir ficciones a partir de la miserable realidad que le rodea. Pero incapaz de encontrar sentido a su trabajo, huye de manera cobarde, dejando su lugar a la bella Sherezade. Ella necesitará ánimo y coraje para no aburrir al Rey con las tristes historias de ese país. Con el transcurrir de las noches, la inquietud deja paso a la desolación, y la desolación al ... [+]
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Críticas 8
Críticas ordenadas por utilidad
24 de junio de 2016
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todo hay que decirlo, 'Las Mil y Una Noches', versión Miguel Gomes, no parte de un mal planteamiento.
Concebir Portugal como un fresco de historias entretejidas, con detalles patéticos, humorísticos y moralizantes se antoja una locura, pero durante unos momentos deja de serlo, cuando la voz hipnótica de Sherezade nos trata de Rey a la vez que nos entretiene.
Descubrimos que puede no haber tanta diferencia entre vencedores (siempre banqueros) y vencidos (siempre currantes), y de igual manera cada acción está conectada a otra a través de consecuencias que no somos capaces de imaginar, en un inmenso país que creemos caótico y sin posibilidad de orden. No, siempre hay un orden, y la crisis de Portugal lo ha seguido escrupulosamente si analizamos su conjunto.

Ahí acaban las virtudes de este Volumen 1: en la idea, y en la sensación a ratos conseguida de que efectivamente todas las historias puedan formar aventuras a pie de calle, que serán los cuentos del mañana para una sociedad necesitada de oírlos.
Por desgracia, el resto, un páramo de minutos sin interés alguno, puebla todo el metraje, donde lo único que se deja en evidencia es el nulo interés de Miguel Gomes en que entres en su juego, porque su descomunal ego te impide acercarte. De repente, lo que parecía una buena idea se convierte en un pulso al espectador, lleno de tiempos muertos, de personajes carentes de toda lógica humana y de anécdotas rancias ocupando machacones minutos, creyendo aportar algo.
¿Quizá es eso, no? ¿Quizá se ha puesto de relieve que unificar un país pobre, carente de encanto, no puede ser contado de manera fantasiosa y moral, no? Puede, pero si esa fuera la intención es un suplicio llegar a ella.

Gomes no escatima recursos en procurar que su jeto y su pose de artista torturado rellenen un buen tercio de la película, porque no basta con someternos a un aburrimiento sin fin, también tiene que contarnos el considerable esfuerzo que conlleva rodar una historia con cuatro pobres ideas. ¡Y además convertirla en trilogía! Desde luego, sí es un genio, pero vendiendo humo.
Cuando por fin a la película le da la gana de empezar (no sin antes el breve prólogo de Gomes contando su vida, porque cualquier cosa rodada es buena, debió pensar) parece que la lucha con metraje inane tiene su recompensa: la piel morena y ojos miel de Sherezade, viajando a una isla de mujeres que se entregan a los placeres mundanos, parece remitir directamente a la atmósfera sensual, alegre que tienen los cuentos mentados en el título.
Es otro breve buen chispazo de la idea que se va apagando en progresivas historias, tratando de buscar la gracia sin conseguirla, añadiendo detalles carentes de sentido, y abandonando al espectador a su suerte: entramos en la sala con la promesa de 'Las Mil y Una Noches', abandonamos con la sensación de que alguien nos ha querido estampar la cara con un álbum de fotos que no nos interesaba ver.

Breves gotas de cuento intergeneracional en los relatos de cuatro parados y sus pesares, pero toneladas de sinsentido en un gallo hablando o una ballena explotando. Es curioso que ni siquiera un cuento de banqueros agobiados por sus penes flácidos sea capaz de provocar la risa, ni un cuento de amor de juventud despierte cierta ternura, como si el verdadero sentimiento fuera una emoción alienígena extirpada hace tiempo.
En 'Las Mil y Una Noches', el cuento que todos conocemos, cabía lo extraño y lo maravilloso, es cierto. Pero una vez leídos acababa uno la sensación de que le habían enseñado algo, oculto en los relatos de una princesa que narraba por amor a la vida y el deseo de cambiar las cosas.
Aquí, se acaba con la sensación de que no se ha sabido contar nada por parte de un director que, como aquella princesa, nos trata de Rey cuando su único amor y deseo están dirigidos a mirarse el ombligo. Por lo menos Sherezade fingía que quería seducirnos, y procuraba que sus cuentos merecieran la pena.

Si Gomes hubiera estado en su lugar, el Rey le habría cortado la cabeza hace rato.
Charles
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15 de julio de 2016
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las mil y una noches: Vol.1, El inquieto es la primera parte de un tríptico dirigido por el portugués Miguel Gomes que aspira a ser una obra sola y, tal vez, indisoluble, cuyo discurso se señala prácticamente desde el principio, pero cuyos derroteros hoy, habiendo visto sólo el volumen 1, un servidor desconoce, aunque por el momento prometen bastante.

A Gomes le gustan las anécdotas y a mí también, entendidas estas como historias cortas y curiosas, y le gusta entrelazarlas, desarrollarlas, recrearlas y exponerlas al espectador, y a mí también.

— Anécdota I:

Hoy, al salir del pase de la película, un señor crítico salía indignado del mismo y le indicaba a su compañero de paseo su descontento e incomprensión sobre lo visto: no entiendo a qué viene lo de Las mil y una noches mezcladas con la situación de Portugal, decía, mientras a su lado asentían y le daban la razón. No seré yo quien le explique a alguien que, seguramente, sabe más que yo de todo en la vida, que la obra original de Las mil y una noches no tenía más razón de ser que la de recopilar en un solo libro una gran parte de los cuentos tradicionales de una región concreta, todas ellas unidas por el mismo núcleo: la narración de Scheherezade. Tomando esto como referencia (anda que no tenemos cuentos aquí ahora), y supongo que con la idea de dejar constancia de todo lo que ha estado ocurriendo en estos últimos años, e incluso con la misma intención de seguir añadiendo ese toque fantástico que no por ello restará veracidad al resto, ahora las historias se dan en otro lugar, siguiendo una estructura similar tras una premisa más documental y una larga introducción entre astilleros y equipos de rodaje que parece intentar decirnos que, si no es el director el que lo cuenta todo con su propia voz, evitará ser decapitado por los muchos sultanes Shahriar que pueblan el mundo y a los que les puede molestar que un director de cine exprese su visión o su opinión directamente. A partir de ahí, empieza todo lo demás, mezclando ficción, comedia, documental, crítica, surrealismo y, aparentemente, mucha realidad.

— Anécdota II:

Cuando yo aún no la había visto, un amigo me recomendó Un perro andaluz y me dijo que incluía una escena donde un hombre cargaba con pianos de cola y burros muertos, a los que se sumaban dos frailes arrastrados por el suelo. Este amigo me comentó que esa escena era una metáfora del matrimonio y yo tuve que creerle. Supongo que no iría desencaminado y que si la viese disfrutaría con Las mil y una noches: Vol.1, El inquieto, a pesar de no ser tan surrealista y de que su mensaje sea, al menos tras las dos primeras horas de metraje, más accesible y menos traumático que el de aquel cortometraje. A falta de ver cómo sigue, y valorando como uno algo que posiblemente no lo es, Gomes ofrece una primera parte que entretiene en su mayor parte, saca varias sonrisas, algunas carcajadas y, con todo eso, no oculta su crítica a los movimientos políticos y económicos realizados en los últimos años en ciertos países europeos y cuyas consecuencias no sólo están sufriendo los trabajadores de formación y desempleados de condición en nuestro país vecino, sino que continúan a lo largo del mediterráneo, lo que da pie a la universalidad de un mensaje sencillo pero no por ello simple o efímero, y cuya primera metáfora (si me la permite mi amigo seguidor de Luís Buñuel) viene a decir que la Troika, los líderes sindicalistas y el resto de políticos dejaron de pensar en el bienestar de los ciudadanos porque les salió de sus santos miembros.
Fendor
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12 de octubre de 2017
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otra vez Portugal me ha zarandeado. La visión que los españoles tenemos de nuestro país vecino es, honestamente, soberbia y arrogante, además de totalmente desacertada. Cuando te sumerjes un poco y notas la apertura al mundo y la conexión con las tendencias culturales (y otras) de los portugueses, te vas dando cuenta, por contraste, del ensimismamiento español.

En lo que nos ocupa, sólo es cuestión de apreciación, pero nunca me explicaré porque aqui, al menos en las últimas décadas, no hacemos un cine de más interés, menos vacío, que proponga cosas, que aporte, valiente, libre, natural. Me encanta el cine europeo y he visto grandísimas obras procedentes de los países más remotos. ¿Por qué nuestra excepción?

Este cine europeo se respira en As Mil e Uma Noites, aunque dada su particularidad y experimentalidad difícil para mi catalogarla. Me gustó el estilo, el uso de la música y el sonido (Premio del Cine Europeo 2015) bien aderezado con las imágenes (muchas de recurso acompañando la voz en off), algunos detalles de finura y grandes frases, la brutal naturalidad de algunas secuencias que hacen buena mezcla con las más dramatizadas o surrealistas. Pero sobre todo, más o menos acertadamente, se agradece ver algo diferente. Se narra-documenta de una forma muy particular la realidad social de los portugueses.

Es verdad que en partes se alarga un poco de más y puede molestar a algunos/as pero yo he disfrutado las 2 horas de metraje. ¿Pretenciosa, inconexa, desorientada? Puede ser pero no lo creo, es más, creo que encaja perfectamente esa poética y a ratos grandeza de algunas situaciones que nos son ni mucho menos negativas siempre que estén bien llevadas o formen parte del juego. En todo momento se capta el espírito de la "película", o al menos así lo he percibido yo.

Impagable para un gallego escuchar en un producto cinematográfico expresiones tan cercanas como "a cona das vosas mães" (escena del gobierno portugués y la troika) o temas como los recortes en el naval o la avispa asiática.

En definitiva, no está pero que nada mal. En mi humilde opinión, muy interesante!!
Fly Faneca
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