La gran aventura de Pee-Wee

Una cinta familiar en la que sólo funcionan un par de chistes. El personaje del tal Reubens no me hace ninguna gracia. Sólo destaca una estupenda banda sonora de Danny Elfman.

Durante los años 80, hubo en EEUU un personaje cómico tributo al mimo circense y al bufón de corte. Su nombre era Paul Reubens, y se hacía llamar artísticamente Pee-wee Herman. Por una suerte de azar que pudiéramos suponer apoyado por la singular idiosincrasia norteamericana, este personaje histriónico, de risita bobalicona se convirtió en todo un icono de la juventud.

Frecuentaba el famoso programa de David Leterman, algo así como si "el risitas y el cuñao" del "ratones coloraos", "el perro verde", o "el loco de la colina" hubieran tenido tanto éxito que los "grandes estudios españoles de cine" les hubieran propuesto financiar un proyecto para la gran pantalla.

De hecho fue Paul Reuben quien escribió junto a Phil Hartman el guión de la película,y escogió a Burton como director después de ver sus cortometrajes y colaboraciones con el mundo Disney.

Si bien, el personaje resulta de lo más simplón y por momentos irritante, con este debut en la gran pantalla, Burton lejísimos de su posterior genialidad, deja elucubrar o atisbar partes de su peculiar universo gótico posteriormente presente en todas sus obras.

De la cinta me quedo con la ambientación, los retazos de un mundo infantil y mágico, parte integrante de la imaginería Burtoniana y la excelente banda sonora a cargo del colaborador habitual y gran amigo del genial director, Danny Elfmann, todo un homenaje al mundo circense.

Decir también que me recuerda al esquema humorístico de la serie azteca "el chavo del ocho", y en particular al personaje de Kico, con el mismo humor infantiloide (aunque sin chispa) pero viciado con el histrionismo del más insoportable mr Bean, haciendo de sí mismo. El chavo sería más bien el personaje de Francis.

Posteriormente Reubens colaboró con Burton en algún que otro proyecto posterior como en mi idolatrada "Pesadilla antes de navidad", poniendo la voz al personaje de Lock.

Con un presupuesto ínfimo (apenas 7 millones de dólares), Burton debutó tímida, disimuladamente, pero con pequeños atisbos de lo que posteriormente sería su espléndida filmografía.

Aunque sólo sea por curiosidad por ver el debut de este monstruo del celuloide, merece la pena visionar esta cinta con toda la atención que requieren las grandes ocasiones.

A pesar de que conozco a mucha genete a la que la película le encanta (creo que o te encanta o la odias) no fui capaz, ni haciendo muchos esfuerzos, de terminar de verla; sobre lo que influyó muchisimo la voz irrirante del protagonista. Lo mejor de la película es la fantasía, los inventos divertidos y que te introduce en otro mundo, además el color ayuda mucho a sentirte en ese mundo. Las imágenes son buenas pero la película inaguantable.

Es cierto que Tim Burton es un genial director, pero esta película no es de sus mejores cintas. También es cierto que es una obra de encargo, por lo tanto no se le puede pedir más. Pee Wee Herman era un cómico infantil en auge, que para firmar su propio estrellato pidió a Burton la dirección de una película donde incluyera mucho de sus gags que tenía en su programa de televisión, y eso es lo que es la cinta, un sinfín de gags entrelazados en una historia simple y sin mayores pretensiones que el mero lucimiento de Pee Wee.

Se deja ver siempre que saques tu lado más infantil, porque de lo contrario te aburrirá enormemente. La verdad es que se entiende ahora que Jim Carrey tomara tantos gags de Pee Wee, muchos de los guiños de Pee Wee nos hace recordar a los de Carrey, aunque son dos estilos muy distintos. Los de Carrey están cargados de intencionalidad, los de Pee Wee son meramente infantiles. Memorable la interpretación de Jim Carrey haciendo de Pee Wee Herman con un muñeco en la mano haciendo un número de ventriloquía en un programa americano de dobles. En él Carrey encontró un gran mentor e inspirador para sus "patochadas".

Por lo demás no creo que haya muchas escenas destacables, a excepción quizá de los sueños de Pee Wee, donde vemos escenas que nos transportan a lo que posteriormente sería la obra de Burton, con sus juegos entre lo inocente, lo gótico y el contraste con lo colorido de sus películas. El resto está de adorno, aunque merece la pena asomarse a lo que fue el primer largometraje de Burton, esta cinta que sin duda le serviría de trampolín para el resto de su carrera.

Me parece una película extrañamente entretenida, original. En donde el personaje puede ser molesto para algunos, pero en fin, es un tipo divertido jovial y con un objetivo claro, puro inocuo. La imaginación de un niño sobrepasa a la de un adulto sobre todo, hace 1 década atrás. Creo que deberían haberla visto en su niñes y así haber tenido ese atisbo de empatía necesaria para comprender esta utópica historia. Tim Burton es un genio irónico, innovador excéntrico diferente. Yo era niño, y me la pasé muy bien con esta película, deseaba ser amigo de Pee-Wee y poder entrar en su mundo. La genialidad al crear un personaje, aunque similar a Mr. Bean, ¡ no lo es tanto! , en donde el actor da un paso muy atrevido al desarrollar la comedia de esta forma tan particular. Después de todo quien más adecuado para juzgar esta historia y un personaje de estas características, como Tim Burton el cual acepta este proyecto.