Bring Me Home

Está entretenida, se deja ver, pero no es para tanto. Lenta en su primera parte, algo sosa e insípida. Mejora en su tramo final, se va animando poco a poco, pero no llega nunca al clímax y te engancha demasiado tarde. Actuaciones correctas, interesante historia, pero descubre su final demasiado pronto. En resumen, la puedes ver, pero está lejos de los thrillers a los que nos tienen acostumbrados los coreanos. Recomendable, pero ni chicha ni limoná.

Buen drama coreano que sostiene el aprobado sin tampoco dar pie a las típicas florituras de las que estamos acostumbrados viniendo del cine asiático.
Y es que está muy bien realizada, con actores de nivel alto y con suficiente argumento para sobrecoger con el drama de los niños desaparecidos.
Me he quedado un poco "chof" porque no deja de ser algo básica sobre una madre que busca a su hijo, ni más ni menos, no hay super giros, sorpresas o artificios. Siempre esperas algo novedoso o desfasado, pero en esta ocasión no hay tanta carne en el asador.
La calidad es excelsa, eso sí, saben hacer cine de verdad, pero me ha faltado ese "punch" que tanto mola viniendo de esas tierras.
Para gente que le gusten los dramas sin tanta parafernalia, recomendadisima.

Thriller surcoreano con todo lo bueno y lo malo que suele llevar el cine de ese país. Una madre lleva años buscando a su hijo desaparecido. Al final, una pista la lleva a un poblacho pesquero donde solo encontrará personajes deleznables viviendo en un micromundo execrable.

Si algo sabe hacer el cine de Corea del Sur es abordar sin tapujos las miserias de su aparentemente opulenta sociedad. Y junto a ellas, las de sus fuerzas del orden, en este caso representadas por un policía al que llamar corrupto sería hacerle un favor. La protagonista llega a un pueblo costero en el que la moral y la humanidad parecen haber desaparecido. Llega buscando esperanza y se encuentra con perversión y podredumbre. No es un film que nos vaya a hacer recuperar la confianza en el ser humano.

Ese retrato aplastante de como un grupo de personas ha dejado de lado cualquier atisbo de empatía y solidaridad es lo más desolador. En el debe tenemos los habituales histrionismos del cine surcoreano, aunque en este caso perdonamos la sobreinclinación al melodrama, ya que la dureza de la historia lo justifica. No es la gran obra de ese país, pero entra dentro de las recomendables.