Es difícil hacer un drama con brochazos de comedia y no recibir críticas por eso mismo, porque cuando vas a por un drama con el cuchillo afilado no tiene sentido intercalar distensiones de tipo humorístico. Es mi opinión, y de ahí mi nota. Está claro que "El rey de la colina" no intenta ser hiperrealista, pero la realidad que nos ofrece es muy dura, es una situación de crisis única en la historia de los USA en los que la pobreza, el hambre y la aniquilación del ser humano abarcaban todo el país. Es su depresión, su historia, y la película no esconde ese drama.

El problema no es el niño, que lo hace bien y merece nuestro aplauso. Soderbergh opta por el camino complicado de darle el protagonismo a un menor, y para que todo no sea demasiado italiano, demasiado gris y sombrío, introduce ese humor aleatorio desde el principio para rescatarlo de su tragedia personal y familiar. Es un niño abandonado a su suerte, ¿no se trata de buen material para convertirse en un drama de cojones? Entonces aparecen cosas como ese policía que controla la calle, por ejemplo, una de las ideas más ridículas que he visto últimamente. Hay ciertas disonancias que escoge el director que no me convencen, ¿intenta desdramatizar una realidad queda a la vez y poco a poco también queda claramente definida?; ¿en qué quedamos; ¿esto es un drama o una comedia?; ¿las dos cosas?; pues no, yo digo que no...

He de reconocer que el cine de soderbergh, no me gusta; mimado por la crítica comercial, es un valor seguro para los llena salas de cine con palomiteros y domingueros.

Esta su tercera película me resulta empalagosa y su tono melodramático es lo que me produce arcadas.
Un melodrama en la época de la depresión yanki que se han encargado de retratar como algo que les ocurrió a ellos y que lo pasaron muy mal, cuando fue algo mundial pero ya sabemos el cine, las salas, la distribución, la cuota de sala la dominan los EEUU y se encargan de vendernos su visión adulterada de la historia.
Lo hicieron con Vietnam, la matanza de indígenas o como lo vendieron, indios, creando una categoría propia dentro del cine, western.
Que conste que me gustan los buenos western.

La película es aburrida, con un ritmo torpe que ni el niño protagonista es capaz de aligerar.
Lo primero que me rechina es la fotografía, es de esas artificiosa,creada con filtros de todo tipo tanto en interiores como en exteriores (Si puede llamarse así) las escenas rodadas en un estudio gigante.
Los decorados se nota a la legua que son eso, grandes set de decorados.
Mucho presupuesto mal invertido, mucho dinero con poco gusto visual, mucho menos creativo.
Lo peor de todo es no saber incorporar humor a un drama convirtiendo la historia en un folletín entre el melodrama y la telenovela.
En suma que me aburre, se me hace tediosa y grandilocuente.
El título ya da pistas e indica cosas.