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Tora! Tora! Tora!

Bélico Diciembre de 1941. Pormenorizado relato del imprevisto e inesperado ataque japonés a Pearl Harbour, que determinó la entrada de los Estados Unidos en la II Guerra Mundial. Tora! Tora! Tora! era la señal de ataque japonesa. (FILMAFFINITY)
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Críticas 37
Críticas ordenadas por utilidad
23 de julio de 2008
13 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más allá de la pura historia bélica que s cuenta esta cinta casi puede considerarse un documental de como se preparó y ejecutó el ataque a Pearl Harbor. Se agradece que la cinta esté codirigida por americanos y japoneses, lo que le da más neutralidad a la historia.

La historia supera a los protagonistas y hace que no se fije uno tanto en quien interpreta cada uno de los personajes lo que contribuye a la veracidad de la historia, y eso que el reparto está plagado de grandes nombres. Tal vez se eche un poco en falta haber incidido más en los muchos errores, provocados o involuntarios, que se cometieron por parte de los americanos.

Excelente ambientación y ausencia total de victimismo en la parte americana: los errores políticos y militares eran tan evidentes que no se podían camuflar. Merece la pena verla y conservarla.
Angel
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13 de mayo de 2011
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Diciembre de 1941. Tora! Tora! Tora! es la señal japonesa para atacar. La película reproduce de manera meticulosa el ataque a Pearl Harbor y todos los hechos que le precedieron. Las primeras escenas nos muestran las diferencias entre ambas posturas: por una parte los imperialistas japoneses deciden realizar un ataque por etapas, por otro lado los altos mandos del ejército americano ignoran esta posibilidad.

Sorprendente cinta que pudo haber sido mejor si Kurosawa no lo hubiese dejado. Porque en un principio Akira Kurosawa estuvo ligado al proyecto, pero luego fue despedido. Como curiosidad, uno de los motivos es que Akira Kurosawa entendió que la parte americana iba a ser dirigida por David Lean, cosa que no sucedió y por lo tanto se hizo despedir. La parte japonesa quedó al cargo de Kinji Fukasaku y Toshio Masuda. Las escenas aéreas son espectaculares y el ataque al puerto de Pearl Harbor es impresionante con unos magníficos efectos especiales. Para terminar, merece ser destacada la música del gran maestro Jerry Goldsmith que acompaña perfectamente a las escenas de acción.
Angel Lopez
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21 de julio de 2011
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
El realizador Richard Fleisher y los orientales Kinki Fukasaku y Toshio Masuda nos presentan esta historia que trata sobre el ataque japonés a Pearl Harbor.

El film está planteado, prácticamente como un documental dramatizado, en el que los realizadores intentan mostrar los dos lados de forma equidistante, tanto el lado japonés como el norteamericano (es lógico pensar que realizador hizo la parte norteamericana y quien la japonesa) tienen el mismo tratamiento, a la hora de ilustrarnos lo que fueron las horas inmediatamente anteriores al ataque, el ataque y un pequeño epílogo para concluir.

Durante dos horas y media vamos asistiendo al desarrollo de los acontecimientos presentándonos a los protagonistas reales, algunos interpretados por eficientes secundarios, cuya cara seguramente nos sonará (secundarios como Jason Robards, Martin Balsam, Soh Yamamura, Tatsuya Mihashi, E.G. Marshall, Joseph Cotten, James Whitmore, George Macready) pero sin la presencia de ninguna estrella, demostrando la voluntad por parte de los responsables del film de ofrecernos un docu-drama coral, en el que lo más importante son los hechos y no los personajes, sin alzar el tono ni enfatizar un momento por encima de otro.

Los japoneses están muy lejos de ser los “malos”, manteniendo un tono neutral a la hora de retratarlos. Por su parte, el lado norteamericano, curiosamente sale bastante peor parados, excesivamente relajados y atascados en una cadena de mando prácticamente burocratizada, lo que les facilitó la labor a los japoneses de dejarles la flota totalmente tocada (y casi hundida). Es posible que hubiera un cierto deseo de redención, en el sentido en que dicho conflicto terminó de una forma brutal (Hiroshima y Nagasaki).

De esta forma, las consecuencias del ataque a Pearl Harbour son más de la eficiencia japonesa unidos a la incompetencia de los principales mandos norteamericanos. Pese a que en cuanto a lo que es la planificación y desarrollo de los acontecimientos más puramente "dramáticos", el realizador mantiene el tono de documental novelado, a la hora de filmar el ataque podemos decir que se trata de un film bélico "de verdad", mostrando con todo lujo de detalles el ataque en cuestión, demostrando un buen hacer técnico, con escenas realmente espectaculares, en las que incluso se adorna en exceso mostrando un buen número de evoluciones aéreas.

Esta parte es la única concesión al espectáculo, y también la más esperada. Se trata de un film interesante, en cuanto a la forma que tiene de mostrar los acontecimientos, y ciertamente interesante a la hora de representar el bloque japonés de una forma equitativa, con respecto al norteamericano, bastante novedoso (después se buscaría la misma fórmula con “La batalla de Midway”, que por cierto fue una victoria decisiva por parte de los norteamericanos) quien sabe si el propio Clint Eastwood se sirvió de esta idea a la hora de elaborar su proyecto sobre la guerra de Iwo Jima...
manulynk
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10 de agosto de 2012
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tora, tora, tora no es más que la expresión usada por los nipones para lanzar el ataque a la base estadounidense de Pearl Harbor el 7 de Diciembre de 1941.
La cinta es capaz de tratar ambos frentes, con sus necesidades y ambiciones, con sus aciertos y sus errores y con el ambiente que les rodea.
América es una gran y poderosa nación, temida por todo el mundo, pero demasiado burocratizada en cuanto a los altos cargos militares se refiere. Cometen tremendos fallos y tardan demasiado en intentar arreglarlos.
Japón es una nación ambiciosa, ávida de un mayor poder, unida al bando de Alemania e Italia en la Segunda Guerra Mundial.
La limitación que EEUU impone a Japón en ciertos asuntos y el cambio de política militar japones, hacen que los nipones quieran atacar la base de Pearl Harbor, mal defendida y en una situación ideal para ser atacada, ya que podrían obstruir el paso de buques, barcos de combate, portaaviones, etc. y además podrían destruir numerosos aviones.
EEUU no reacciona y a pesar de haber numerosos indicios de que Japón les atacaría inminentemente no hacen nada para evitarlo.
Llegado el día Japón arrasa Pearl Harbor, todo son buenas noticias salvo que no han podido hundir ningún portaaviones, el objetivo fundamental de su ataque.
Japón acaba de declarar la guerra al país más potente del mundo, ha despertado a la bestia americana, y no ha podido acabar con los portaaviones.
La pregunta es: ¿hasta qué punto EEUU se dejó atacar por Japón para tener una razón de peso con la que entrar en la guerra?. Eso ya es un pedacito de historia que seguramente jamás sabremos.
raul
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11 de octubre de 2011
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Minuciosa reconstrucción del histórico bombardeo de Pearl Harbour contada desde el lado americano y japonés. Su rodaje fue complicado al haber puntos de vista creativos muy diferentes, lo que empujó a los productores a despedir al japonés Akira Kurosawa que fue reemplazado por el eficiente Richard Fleischer. En la edición de los oscars de 1970 se disputó el galardón a la mejor película con otra cinta bélica de peso como fue Patton. Sin embargo, fue esta última la que se llevó el premio.

Con un estilo casi documental el filme describe detalladamente los prolegómenos del ataque de una manera rigurosa y detallada, presentando a todos los personajes implicados y mostrando cómo actuaron en el momento del bombardeo. Jason Robards protagoniza este interesante título bélico que trata de aclarar algunas de las incógnitas del célebre bombardeo. Aunque sigue sin desvelar por qué los portaaviones americanos estaban de maniobras en alta mar dejando desprotegida el resto de la flota. Se especula con la posibilidad de que se permitió el ataque japonés como excusa para entrar en guerra. Tampoco se entiende por qué los japoneses no continuaron el ataque quedando limitada su ofensiva. No remataron la faena y despertaron a un tigre dormido que les acarreó funestas consecuencias.

La película está bien hecha y ganó el Oscar a los mejores efectos especiales. Las secuencias del bombardeo no son tan espectaculares como las de la versión de Michael Bay pero aún así tienen su miga.
Harold Angel
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