La cena está servida

Hemos comentado en más de una ocasión las múltiples maneras de explicar una historia en el mundo del cine. Broil se aleja de la tangente dando vueltas y más vueltas a una trama que la mires por donde la mires no da mucho de si, aparte de los tics característicos de films que introducen elementos de terror, aunque en esta ocasión parece que están colocados con calzador. Se disfraza asimismo de pseudo-comedia terrorífica, sin que le hayamos encontrado la gracia, una de las premisas que este tipo de cintas tendría que tener por bandera.

La familia Sinclair se caracteriza por qué sus componentes tienen nombre de mes. August es el líder de ese grupo de demonios cuyo objetivo principal es perpetuar la riqueza familiar, sin importar mucho como.

Su originalidad radica en que hasta bastante adelantado el metraje no sabemos a qué atenernos ni qué narices estamos viendo. Esta manera tan peculiar de rodar puede que encandile a un tipo de público poco dado a los sustos, a los amantes del terror creo que se les quedará algo corta.

En la parte más positiva destacar un guion que sabe jugar las cartas de la sorpresa a costa, eso sí, de descolocar por completo al personal. Ese juego, hecho a propósito o no, les sirve en esta ocasión para salvar los muebles. Da la impresión, y esta es una opinión muy personal, que las actrices y actores participantes no sabían muy bien que estaban haciendo, cosa que otros directores diseñaron para unas obras digamos que experimentales y que como eso, funcionan bastante bien.

Reconocer al director y co-guionista, Edward Drake, el atrevimiento y la pasión con que está rodada. Es una cinta con continuos saltos en el tiempo, con multitud de personajes, algunos de ellos algo erráticos, y desmadre visual sin que la parte más truculenta en cuanto a efectos especiales y demás, sobresalga. De todas maneras comentar que contiene algunas escenas que incluyen violencia y canibalismo sin que nos lleguen a escandalizar, algo soft por decirlo de manera más clara.

Vamos con las interpretaciones las cuales si nos dedicáramos a nombrar a todo el personal, no acabaríamos ni mañana. Encabeza el reparto, bueno, no sé quién lo encabeza así que nombraré a los que me salgan del bolo. Empiezo por Timothy V. Murphy en el papel de August, un tipo duro de pelar. Seguimos con Avery Konrad una heroína con algunas necesidades muy peculiares. Del resto destacar a John Cassini (Volition, True Fiction), Corey Large (It Follows), Jonathan Lipnicki (Stuart Little) y Annette Reilly (The X-Files).

Estamos ante una película que seguramente tendrá diversidad de opiniones. Nosotros ya hemos dado la nuestra, os toca a vosotros dar el paso e insultarme sí no estáis para nada de acuerdo con lo que he escrito.

https://www.terrorweekend.com/2020/10/broil-review.html

Rara extravagancia con un envoltorio formal correcto pero sumido en una confusión narrativa importante. Una familia que conforma una estirpe no se sabe bien si de vampiros, demonios o qué diantres protagoniza una especie de culebrón donde se tratan de dirimir las intrigas de diferentes miembros del clan para hacerse con su liderazgo.

Espero que el párrafo anterior sea fiel a lo que nos querían contar porque la narración es tan embarullada, tiene un montaje tan confuso, que los que cacen la intención de los guionistas, tres nada menos, se merecen un premio a la perspicacia. Escenas en diferentes marcos temporales, o eso aparenta, en lo que parecen planos alternativos de la existencia -hasta a eso se tiene que agarrar uno para explicar lo que ve- convierten el relato en un batiburrillo tan indigesto como el menú que degustan los comensales en la escena principal.

Vampiros, demonios, "algo más complejo que eso" se llega a escuchar, nada hay que podamos sacar con certeza después del visionado de "Broil", a lo que se añaden unos escasos efectos digitales tirando a discretos. Ciertamente, no queda mucho a lo que agarrarme para recomendar esta película.