QEDA (Man Divided)
2017 

5,4
71
Drama. Ciencia ficción
2095. El mundo está devastado por el desastre ecológico. Los océanos han aumentado y el agua natural ha desaparecido. Fang Rung se somete a un procedimiento de fisión molecular para enviar su otra mitad, con nombre de código Gordon Thomas, en el tiempo hasta el año 2017. Gordon va en busca de la científica Mona Lindkvist cuya investigación fue descubierta antes de que pudiera salvar al mundo. Cuando Fang Rung pierde contacto con Gordon, ... [+]
26 de febrero de 2018
26 de febrero de 2018
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En un futuro no muy lejano el desastre ecológico se ceba con la vida sobre la tierra. El agua se ha contaminado completamente y el ser humano lucha por sobrevivir en una sociedad oscura y hostil. Un sofisticado programa de división molecular permite los viajes en el tiempo, el protagonista viene a nuestros días en busca de la científica que tiene la cura y que no llegó a desarrollarla por completo, con el consiguiente riesgo de cambiar el futuro.
Quizás hay algunos cabos sueltos y la contradicción (no menos importante) de que en 80 años más pese a no poder descontaminar el agua sí que se puede viajar en el tiempo a través de un sofisticado sistema algo incomprensible. También es mucha casualidad que la científica que descubre el método para salvar a la humanidad en 2017 (a través de un simple bicho marino) es la tatarabuela materna de la hija enferma del protagonista que vendrá del futuro a buscar la cura. Pese a todo este embrollo científico familiar del guión, la película es bastante interesante a la vez que perturbadora. La estética y fotografía cumplen su objetivo y sensibiliza (con una buena cuota de entretenimiento) acerca de la importancia de nuestro tesoro más preciado: El agua dulce.
Tiene elementos de Terminator, 12 Monos, El Efecto Mariposa, Alicia en el Pais de las Maravillas y la atmósfera inquietante y apocalíptica de Hijo de los Hombres. Probablemente por su ritmo algo pausado (pero certero) no será del gusto de los palomiteros que buscan acción y efectos especiales, pero hila bastante fino en la dirección artística y las interpretaciones son muy buenas, especialmente la de los "gemelos" con arresto domiciliario, personajes inquietantes que le dan un carácter existencial a la trama. Muy interesante eso de duplicarse y estar encerrado, atrapado con uno mismo, realmente perturbador.
No me extrañaría una versión americana en poco tiempo, personalmente es el tipo de ciencia ficción que más me gusta. Aprobada.
Quizás hay algunos cabos sueltos y la contradicción (no menos importante) de que en 80 años más pese a no poder descontaminar el agua sí que se puede viajar en el tiempo a través de un sofisticado sistema algo incomprensible. También es mucha casualidad que la científica que descubre el método para salvar a la humanidad en 2017 (a través de un simple bicho marino) es la tatarabuela materna de la hija enferma del protagonista que vendrá del futuro a buscar la cura. Pese a todo este embrollo científico familiar del guión, la película es bastante interesante a la vez que perturbadora. La estética y fotografía cumplen su objetivo y sensibiliza (con una buena cuota de entretenimiento) acerca de la importancia de nuestro tesoro más preciado: El agua dulce.
Tiene elementos de Terminator, 12 Monos, El Efecto Mariposa, Alicia en el Pais de las Maravillas y la atmósfera inquietante y apocalíptica de Hijo de los Hombres. Probablemente por su ritmo algo pausado (pero certero) no será del gusto de los palomiteros que buscan acción y efectos especiales, pero hila bastante fino en la dirección artística y las interpretaciones son muy buenas, especialmente la de los "gemelos" con arresto domiciliario, personajes inquietantes que le dan un carácter existencial a la trama. Muy interesante eso de duplicarse y estar encerrado, atrapado con uno mismo, realmente perturbador.
No me extrañaría una versión americana en poco tiempo, personalmente es el tipo de ciencia ficción que más me gusta. Aprobada.
16 de noviembre de 2019
16 de noviembre de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
De buenas intenciones ecologistas, sí, pero la historia es un auténtico galimatías insostenible. Aunque la atmosfera está lograda y los actores correctos, la historia que se cuenta es demasiado oscura y el guión está muy poco trabajado, careciendo de brillantez y consistencia. A su fracaso como película de mero entretenimiento hay que sumarle su pobreza en contenido, la historia hubiese podido dar mucho más de sí. Una lástima.
1 de mayo de 2025
1 de mayo de 2025
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Curiosa y poco conocida película danesa, que me ha resultado una sorpresa. Sin ser excesivamente innovadora, ya que se alimenta de elementos ya vistos anteriormente en cine (por ejemplo, el escenario futuro de "Segundo Sangriento" o ciertos toques a "Primer", "12 monos", "Cronocrímenes" o "Tenet"), logra mantenerte a la expectativa de lo que va a ocurrir. Y aunque uno se ve tentado a creer que esa caída por "la madriguera del conejo" puede acabar teniendo un desenlace típico o convencional, lo que se acaba encontrando es algo inesperado, poco habitual. Tal vez a tono con la historia.
Ciertamente tiene un mensaje ecologista, como toda película futurista pesimista (ésta no se queda corta), en un llamado a valorar las cosas presentes. Pero también trata sobre la dualidad del ser humano, de sus decisiones y consecuencias. Y cómo detalles que parecen insignificantes pueden provocar grandes cambios (efecto mariposa) o generar resultados totalmente diferentes.
Ciertamente tiene un mensaje ecologista, como toda película futurista pesimista (ésta no se queda corta), en un llamado a valorar las cosas presentes. Pero también trata sobre la dualidad del ser humano, de sus decisiones y consecuencias. Y cómo detalles que parecen insignificantes pueden provocar grandes cambios (efecto mariposa) o generar resultados totalmente diferentes.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo cierto es que el final me ha sentado como un "bofetón" en la cara. Muy estilo Aronofsky: ver aparecer los créditos y decir "no me digas que acaba así". Estamos poco acostumbrados a los finales tan amargos, tristes e infelices en películas de ficción. Incluso ese pedazo de hielo que interpreta Carsten Bjørnlund acaba despertando empatía al ver su trágico destino: teniendo que convivir con su "doppleganger" en un mundo que no es el suyo, tras perder todo lo que más quería como era su familia... sabiendo que ha sido consecuencia de sus actos. Sin redención posible, porque no hay segunda parte. Un desenlace cruel para quién que no muestra ser un villano, sino alguien que intenta hacer en todo momento lo que cree que es correcto.
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