El pirata del rey

Muy discreto film de aventuras, realizado con no mucho dinero y eso se comprueba en el resultado final. Además, el guión no es un dechado de virtudes y sólo la música se salva, a la par que la belleza de Jill St. John,
El resto es pasar los minutos, aunque va de menos a más, al menos eso.
Y es que su primera hora (dura unos cien minutos que parecen más de dos horas...) es muy floja, sin chispa, con un ritmo decaído y situaciones trilladas.
Luego, poquito a poquito la cosa se anima algo más y al final hay las consabidas escenas de acción, lo que deja al final un regustillo de que se podría haber hecho algo mucho mejor. Pero es muy modesta y peca de total falta de ambición.
Poquita cosa, aunque se puede ver, pero su primera hora es tediosa.

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¡Por Dios! ¡Que mala es esta película!
La he estado viendo con mi sobrino y no tengo palabras para explicar lo mala y penosa que es; Un guión realmente malo, unas miniaturas de barco tan mal hechas que parecían salidas de una clase de preescolar, imágenes cogidas de otras películas (sobre todo de "La isla de los corsarios" de Errol Flynn)...
¡Y que decir de los decorados! inclasificables. Ya se que este film es del año 1967, cuando el género estaba en plena decadencia, pero es que no hay por donde cogerlo y teniendo a Troy McClure de protagonista, perdón, quería decir Doug McClure je je, un actor realmente insulso, pues peor todavía.
La única que se salva es Jill St. John con esos modelitos que llevaba a lo largo de la película.

En este remake de La isla de los corsarios habría que saber qué razones movieron a los responsables para ponerse manos a la obra tan seriamente en un género que siempre resurge de sus cenizas. Existe una buena voluntad palpable de quedar bien a pesar de la vista de los barcos y de los cañonazos: típicos, parcos y sin deslumbrar, y un plató con el decorado justito del puente del barco.

El vestuario no desmerece mucho y el buen humor al menos no pone de mal humor, el caso es que La isla de los corsarios tenía a Errol Flynn nada menos, acompañado de Maureen O'Hara, y con Anthony Quinn, pero este pirata del Rey cuenta con dos pésimos actores que indudablemente se colaron por suerte para ellos. No es que sean antipáticos o desagradables, pero sí son de tercera fila, hablamos de Doug McClure y Jill St. John. He visto que de ella se dice que tenía un coeficiente de inteligencia altísimo, y no sé si será verdad cuando se casó 4 veces. "" "". Pero eso es otro cantar.

Como actriz es sosa a más no poder. Fue chica Bond y fue una de las más patética de todas las que ha habido. Doug McClure será simpático y tal vez por eso es artista invitado fijo en Los Simpsons haciendo de periodista: (----Buenas, soy Doug McClure y tal vez me recuerden ustedes por mi participación en la serie de...) Y ella, pues sí, es muy guapa y estilizada y por eso trabajaba, y como era tan inteligente pues se aprendería su guion a la primera sin dar mucha guerra al director. Aquí los dos compiten a ver quien lo hace peor. Es que da la impresión que igual da verlos en el barco pirata este que sale, que con el capataz del rancho Shiloh, en Medicine Bow. Cuando están juntos, la impresión de estar entre piratas en pleno siglo de corsarios es nula. Son unas actuaciones en las que él quiere aportar simpatía y ella no conecta en ningún momento. En First Dates, si los ponen a cenar juntos ella al final le rechazaría diciendo eso de que... "es que no ha habido feeling". Pío, pío, pío... ¡Zás!

La película va en clave de humor, y el malo: Guy Stockwell y los duelos a espada no están mal, incluso el amigo del pirata del Rey, en el papel cómico, se salva. De ahí que tenga un pase.