Matar a Jesús

“Matar a Jesús” es la película de la joven directora colombiana Laura Mora Ortega, que ha trabajado antes en cortometraje y en la televisión, en seriados como “Escobar, el patrón del mal”. La película fue toda una sorpresa y me impresionó gratamente. Cuenta la historia de Laura, una joven de 22 años que presencia el asesinato de su padre por un joven sicario en la ciudad de Medellín. La familia se enfrenta al dolor y a la indiferencia de la policía que parece dejar el caso impune, además de los problemas internos en el núcleo familar debido a este suceso.
Hasta que Laura se encuentra en una fiesta con el joven sicario, que se llama Jesús.
La película tiene muy buen ritmo, está muy bien estructurada y dirigida. Se nota el oficio, el detalle y la exploración de alternativas narrativas poco utilizadas en la cinematografía colombiana. Es una historia fuerte, pero cargada de sensibilidad y humanismo. Hay escenas de mucha tensión, y otras muy bellas, como esas escenas en motocicleta o las de bicicleta, acompañadas de buena música, que simplemente muestran momentos de humanidad en los aparentes antagonistas de la historia.
En la película no existe la figura del malvado, pero tampoco la directora intenta hacer apología o los beatifica, simplemente expone una cruel realidad social, arrastrada por la pobreza, la falta de oportunidades, la indiferencia y cómo algunas personas instrumentalizan a jóvenes para llevar a cabo sus sucios trabajos.
La película tiene muy buen tono, hay mucha tensión, y creo que resuelve muy bien la trama. Fue interesante escuchar a la directora al final, cuando dijo que la historia la toca particularmente porque se inspiró en un hecho personal, cuando mataron a su padre; y sobre todo, como ella empezó a concebir “Matar a Jesús” a través de un sueño que tuvo, donde un hombre la detenía y le decía: “Yo maté a tu padre, me llamo Jesús”. En fin, una película que no deben dejar de ver, no porque es colombiana, o porque la directora es una mujer… sino porque es muy buena.

Reseña en:
https://asbvirtualinfo.blogspot.com.co/2018/03/critica-pelicula-matar-a-jesus-laura-mora-ortega.html

Matar a Jesús es un thriller donde su directora Laura Mora Ortega procesa sus experiencias personales, situando la acción en la bulliciosa ciudad del crimen de Medellín. La película busca retratar una sociedad en conflicto a través de dos jóvenes que han sido brutalmente atravesados por la violencia. Una historia de venganza interpretada en su mayoría por actores no profesionales, a los que la cámara sigue muy de cerca, dotando a la cinta de mucho realismo y autenticidad. La cinta obtuvo el Premio de La Juventud en el pasado Festival de San Sebastián.

Matar a Jesús nos presenta a Paula (Natasha Jaramillo), una estudiante de fotografía que irradia felicidad y alegría, despreocupada, rebelde, asiste a reuniones estudiantiles, fuma porros, y protesta contra el sistema. La complicidad con su padre es total, abogado y profesor de su universidad. Todo esto cambia de golpe cuando el padre de Paula es asesinado de camino a casa en el interior de su coche por dos hombres armados montados en una motocicleta.

Ella, que acompañaba a su padre en el auto, se convierte en testigo presencial del terrible asesinato. A pesar de que Paula confiesa a la policía haber visto la cara del sicario en su huida, existen claro indicios de que ésta no tiene mucho interés por resolver el caso, más cuando el valioso reloj de su padre no fue entregado junto al resto de pertenencias y ha desaparecido misteriosamente. Además, los montones de archivos de casos similares al del profesor, apiñados en la comisaria y pendientes de investigación, también hacen dudar de la honestidad de las fuerzas de seguridad.

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(En la zona Spoiler)
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Matar a Jesús empieza con un cierto trasfondo político y social, para convertirse en una historia cristológica, cargada de gran contenido metafórico, con la idea de hacernos reflexionar sobre conceptos como la venganza, el pecado y el perdón. La muerte del padre de Laura parece cambiar simbólicamente el rumbo inicial de la película.

Por un lado, en las primeras escenas observamos a Laura como miembro de un grupo de activistas estudiantiles que debaten de forma combativa sobre los proyectos de ley de educación y planean protestas contra los próximos recortes presupuestarios en las universidades. Por otro lado, el padre de Paula enseña filosofía y sociología en la universidad. Michel Foucault parece ser su referencia. De esta forma, todo parece indicar que ha sido un asesinato político.

Poco antes del final vemos una escena que nos hace pensar que el nombre del protagonista, Jesús, no es algo casual. En ella aparece Paula (Natasha Jarmillo) sentada en un camastro de una habitación oscura, sin apenas decoración y desangelada. Allí, junto a ella se encuentra Jesús (Giovanny Rodríguez) arrodillado a sus pies, con un trapo doblado y empapado en agua, lavando con dulzura y ternura casi inesperada su cara raspada, poco después de que Paula fuera golpeada y robada en la calle. Una escena con un claro sentido metáforico que nos recuerda a Jesús arrodillado, lavando los pies a sus discípulos, la noche antes de su muerte.

Nuestro protagonista parece una especie de Cristo reencarnado, consciente de la dura realidad en la que vive, en busca del perdón a sus pecados a través de la misericordia de Paula.

Matar a Jesús se sustenta sobre la base de la experiencia personal de la propia directora, que vio al igual que la protagonista de la película, como asesinaban a su padre delante de ella. A diferencia de la cinta, Laura Mora no llegó a conocer al asesino, tan solo lo vio en sueños. Matar a Jesús explora lo que pudo haber hecho ella. Al final del filme aparece una dedicatoria a su padre.

Los actores no son profesionales porque Laura Mora Ortega quiso que fueran de Medellín y hablaran el mismo argot de la zona (hasta el punto que la película hay que verla con subtítulos en castellano para poder llegar a entender a los personajes del todo). Esta falta de experiencia en los actores se nota a lo largo del metraje, sin embargo la naturalidad y el realismo de sus interpretaciones consiguen sobradamente el objetivo de la directora: dar una mayor autenticidad a la historia.

Algunas tomas de la película son verdaderamente impresionantes como cuando pasean por la noche en una festiva Medellín en navidad, envueltos por las resplandecientes y brillantes bengalas y luces de neón. Espectaculares seguimientos con cámara en mano sobre bicicletas bajando a toda velocidad por las empinadas laderas de la ciudad, hermosas vistas panorámicas de las montañas circundantes o deliciosas tomas de la pareja nadando en las corrientes de un río en el claro de un bosque, son otros momentos mágicos de la película.

La fotografía es inmersiva, con mucha luminosidad. Matar a Jesús está rodada con luz natural y frecuentes primeros planos que dan un tono apasionante y realista a la historia. Un excepcional trabajo de cámara que consigue revelar tanto la belleza como el lado más oscuro de la ciudad de Medellín.

https://cinemagavia.es/matar-a-jesus-pelicula-critica/

Ópera prima de la debutante Laura Mora (ya dirigió capítulos de la serie Pablo Escobar, el patrón del mal) Matar a Jesús es un drama costumbrista disfrazado de thriller, rodado excepcionalmente con un ritmo casi documental, cámara al hombro, aséptico y crudo y con una fotografía poderosa que nos lleva por toda clase de rincones de la tan cinematográfica ciudad de Medellín.

La película nos lleva por los derroteros de una clásica venganza tan llevada infinidad de veces al mundo de la ficción, en esta ocasión la joven directora nos muestra con dureza ese proceso de duelo por la pérdida de un ser querido para después mostrarnos la frialdad de la protagonista para buscar un plan para conseguir esa justicia que muchas veces en estos países tan complicados no llega a producirse.

Matar a Jesús es un fiel retrato de la sociedad colombiana, tan extrañamente ligada y acostumbrada a su violencia cotidiana. Como punto flaco, para el desentrenado oído del espectador medio español, a uno le cuesta realmente entender los diálogos y el acento medellinense, alejado y más localista que el que pudimos ver en la serie "Narcos".

https://www.lamiradadifusa.com/

“Matar a Jesús”, segundo largometraje de la colombiana Laura Mora rezuma una inmediatez casi documental, reflejo de una realidad atemporal colombiana centrada en la ciudad de Medellín, desgraciadamente sinónimo de desigualdad social, corrupción y violencia que la hermana con otras mega urbes sudamericanas como Ciudad de México donde los narcotraficantes han enraizado sus tentáculos difíciles de extirpar por unos gobiernos locales impotentes cuando no corruptos ante tanta barbarie institucionalizada.

La propia directora tuvo que buscar en Australia el espacio vital necesario para poder desarrollarse personal y profesionalmente después de que su propio padre fuera fruto de dicha violencia. Ahora, tras un sueño premonitorio según cuenta ella misma, decide exorcizar sus demonios y ficcionar su propia experiencia traumática. Lo hace cámara en mano, saliendo a las calles de Medellín con actores no profesionales lo más cercanos a sus roles de ficción y aunque lo hace sobre un armazón de trhiller convencional, lo descodifica en aras de una verdad donde los miedos, las inseguridades y las preguntas sin respuestas afectan al ritmo y desmitifican “la aventura”.

La utilización de jerga local y la patente bisoñez de sus protagonistas son un arma de doble filo que dificulta su seguimiento (muchas conversaciones no se entienden y falta profundidad en los sentimientos). Laura Mora lo compensa con la propia ciudad y sus ambientes, con un final algo previsible donde la moraleja final no por loable deja de ser descorazonadora.

cineziete.wordpress.com

Excelente debut en el largometraje de la realizadora colombiana Laura Mora Ortega.

Con intérpretes no profesionales pero mucha verdad (el punto de partida está en la muerte real del padre de la realizadora, asesinada en 2002) consigue un film duro, muy entretenido e interesante en todo momento, con gran fuerza dramática.

Combina el cine social, con el thriller y la intriga de forma eficaz, logrando la atención del espectador gracias a una fluida narración y un dinamismo que hace resulte amena en todo momento.

No tiene ninguna escena sobrante y, aunque se noten técnicamente algunas taras, consigue hacer reflexionar sobre la violencia en Colombia en unos años donde en ciudades como Medellín, las instituciones militares organizaron grupos para acabar con movimientos armados y revolucionarios.

La relación entre los dos protagonistas, una buscando venganza, otro, el asesino, sumido en un profundo caos vital por sus acciones, se desarrolla de forma verosímil por lo que todo lo visto y oído resulta creíble.

https://filmsencajatonta.blogspot.com/

Para mi gusto y pese a sus defectos formales, propios de un debut en el largometraje, un film muy recomendable.