Invasión en Birmania

Samuel Fuller, en esta ocasión no muy acertado, nos ofrece una historía bèlica con algo de propaganda que podía haber dado un resultado más completo, pero no es así por culpa también de un guión que no tiene la suficiente credibilidad en muchas secuencias que huelen a falso, pues les falta más convencimiento. Se ha intentado el dramatismo pero no cala con hondura en el espectador por llevar algunas escenas a un lìmite poco creible y no expuesto con la realidad del ser humano en esas situaciones, exagerando esos momentos para impresionarnos, y es entonces cuando menos se cree lo que vemos. Este film tiene una duración más o menos correcta, pero llegando al final parece que hemos visto una película larguísima y pesada, pues le falta la intriga y la agilidad de meternos dentro de la historia de una manera mas atrayente y real y menos ficticia y machacona.
Las interpretaciones de Jeff Chandler y Ty Hardin, como cabezas del reparto son aceptables simplemente, y las secuencias de acción son una mezcla de efectos bien conseguidos en ocasiones y otras poco acertadas con unos extras que se nota su teatralidad.


José Antonio ZG

Impresionante y tremendamente realista en esta película el gran Sam Fuller hace un ejercicio de raza y de estilo mostrandonos con gran energía y sin ambages un episodio bélico relacionado con Birmania.
Este film es un claro ejemplo del más puro estilo Fuller ( concisión, energía, emotividad, expresividad, garra por los cuatro costados. ) para mostrarnos el sinsentido de las guerras y por ende el de la raza humana en más de una ocasión.
Eso sí, no espereis concesiones a la galería ni maniqueismos ni críticas paternalistas, aquí se habla de seres humanos sin más, de hombres abocados a un destino funesto, bien sea la muerte ó bien la supervivencia.
" Invasión en Birmania " aun siendo una gran película no deja de ser un aperitivo de esa obra maestra de Fuller y del cine bélico que fue " Uno rojo división de choque".
Conviene no pasar por alto la gran fotografía del film, la sobria dirección de Fuller y las correctas interpretaciones de un elenco poco conocido pero muy sobrio en su menester.
Esto es la guerra y nada más.
Un saludo, Efelson.

Y por favor no la confundan con Objetivo en Birmania con Erroll Flynn que es un bodrio en comparación.

Esta es por contra una película sobre la guerra, que pretende ser realista, con soldados que enferman, sufren y mueren, y enemigos tenaces que defienden cada palmo de terreno con sangre.

Llegamos a conocer íntimamente a todo un elenco de personajes, desde el General Merryll a la mula del pelotón, pasando por el teniente humanista, el filipino o el niñato del Bronx.

Las escenas de lucha se suceden intermitentemente haciendo honor al hecho de que a esta división, conocida como los Merodeadores de Merrill, fue posiblemente la más castigada de toda la segunda guerra mundial, y apenas quedo uno solo sano.

Puro entretenimiento, fuente de gran cine que nutrió a toda una generación de directores. Salvar al Soldado Ryan tiene un explosivo comienzo, pero está no decae hasta el último momento.

Si aprecian el cine bélico y no la han visto tienen una importante cita pendiente.

095/19(17/03/10) Samuel Fuller nos regala aquí uno de sus típicos trabajos bélicos, con su clásico estilo seco, sin florituras, dota a sus cintas de gran realismo, no resultan maniqueos, es como un documentalista que camina sigilosamente entre los soldados, captando sus miedos, su cansancio, su camaradería, su rabia y sus anhelos. La puesta en escena es sobria y nada espectacular, pero consigue transmitirnos el hastío de unas personas que se mueven por el peor escenario posible de la guerra, pantanos, montañas, selvas, donde cualquier enfermedad es la antesala de la muerte. La historia es la de una de las misiones más heroicas de la Segunda Guerra Mundial donde un destacamento americano comandado por el General Frank Merrill (eficaz Jeff Chandler), conocido como Los Merodeadores de Merrill (título original), debe llevar a su gente a una misión extenuante cientos de millas a través de territorio enemigo, durante la cual los límites de lo que puede un ser humano soportar se verán superados. Como hándicap decir que le falta algo de realismo y de garra en las escenas de batallas, le faltan para estar a la altura del resto del metraje. Recomendable a los que gusten de buen cine bélico. Fuerza y honor!!!

"Una de las mejores películas bélicas de la historia" es la opinión de un crítico de "El País". Y tiene muchas razón.

Peliculón bélico de D, Samuel Fuller, con tan sólo unos pocos minutos de escenas bélicas, porque lo más importante y lo que deseaba narrar no es tal batalla o cual otra, sino como un general (excelentemente protagonizado por Jeff Chandler, quizás su mejor película y por la que será recordado), llamado Merrill que da título a la película original llevó hasta la extenuación a 3.000 voluntarios americanos para reconquistar Birmania e impedir que el ejército japonés se uniera al alemán en la ruta de la India.

De aquéllos 3.000 valientes no sobrevivieron a los combates, la fatiga, el hambre y las enfermedades, más de 100 hombres. Un ejemplo de su voluntad inquebrantable es la actitud del mulero, también muy recordado.

Al tratar de un hecho histórico, ha envejecido perfectamente.

Esta es su historia.

Mi valoración, un 8.