La dimensión desconocida: La niña perdida (TV)

Basado en un relato de Richard Matheson, "la niña perdida" es uno de los mejores episodios de esta serie y un gran relato de ciencia-ficción. Dimensiones a través de paredes, que van y vienen, donde desaparece gente. Conceptos fascinantes. Y una maravilla de guión, que mantiene al espectador tenso para conocer el destino de la desdichada niña, tan bien estructurado que mantiene la tensión y no te permite recuperar el aliento hasta el final, y que sin duda influyó en Spielberg para los conceptos que se vertieron en la película que produjo "Poltergeist". La historia te dejará con la boca abierta.

Una noche, un padre acude a la llamada de su hija pero, aunque pude oír su voz, es incapaz de encontrarla.

La contribución más ambiciosa de Richard Matheson para la tercera temporada es una entrega de terror en la que unos angustiados padres, con la ayuda de un físico amigo de la familia, se verán en la tesitura de tener que rescatar a su hija, quien sin pretenderlo se ha trasladado a otra dimensión. El argumento sirvió de clara inspiración a “Poltergeist”.

Si perdonas lo inverosímil de la premisa, disfrutarás ampliamente del episodio; si no, es difícil tomar en serio nada de lo que ocurre. También pienso que el personaje de Bill, el físico, podría estar mejor escrito. El tramo final, cual viaje alucinógeno, queda resultón pese a la escasez de dinero invertido.

70/05(06/03/22) Decepcionante episodio de la tercera temporada (el 91 desde que comenzó la serie) de la producción antológica de culto creada por Rod Serling para la CBS. Por la puntuación que tiene, por estar escrito por el gran Richard Matheson (el más prolífico de los guionistas de la serie con 16 libretos), basándose en su cuento propio, "La niña perdida" de 1953, y por ser notoriamente la inspiración para el exitoso film de terror “Poltergeist” (1982), albergaba esperanzas, pero mi gozo en un pozo. Igual en su momento hace 60 años tuvo impacto, pero hoy día su desarrollo me ha resultado absurdo en el comportamiento incoherente y exasperante de los protagonistas. Un relato que se adentra de modo infantiloide en las Dimensiones Desconocidas tras paredes de un hogar suburbano donde ha desaparecido una niñita y su perro. Esto que podría tener su sustancia es evolucionado de modo apresurado y tosco, con actuaciones entre inanes y estúpidas, un metraje que nunca me engancha, no me hace empatizar con esta gente tan de pueril comportamiento. Tal vez habría que darle la vuelta a la situación para entender el proceder idiotesco de los personajes, y es que nuestra Dimensión en la que va a parar la niñita, y la Dimensión paralela es en la que vive este matrimonio y este físico. Solo así se podría dar licencia para entender que unos padres encuentran que su hija ha desaparecido, aunque la oyen (cuando uno oye algo sabe de dónde viene el sonido, pero aquí parece ser que no ¿?), pero no llaman a la policia ¿?, avisan a un vecino físico (que casualidad!), este viene y se toma el percance como si fuera un dentista y le dolieran las muelas a la niña, de un modo natural, como si los agujeros hacia dimensiones paralelas fueran algo normal, no se sorprende, llega y como si nada se pone a buscar ‘La Puerta’ (venga ya!); Cuando encuentra la ‘Stargate’ en vez de los padres lanzarse como el rayo a atravesar el portal en busca de su hijita se ponen a sollozar. Dejan de oír a la niña y se ponen a buscar otra Stargate por la casa, en vez de lanzarse al ‘otro lado’ en busca de la niñita. Es un absurdo tras otro. Ya cuando el padre, tras tirarse rato ‘tocándose la entrepierna’ sin hacer nada por la niña... (sigo en zona spoiler)

El director Paul Stewart, miembro original del elenco del Mercury Theatre de Orson Welles, junto a luminarias como Joseph Cotton y Agnes Moorhead, nunca volvería a dirigir otro episodio de esta serie después de este, su debut como director de Twilight Zone.

Narración de apertura: Desaparecida: una niña pequeña asustada. Nombre: Bettina Miller. Descripción: seis años de edad, estatura y contextura promedio, cabello castaño claro, bastante guapa. Fue vista por última vez cuando su madre la arropaba en la cama hace unas horas. Última vez que se escuchó: 'ay, ahí está el problema', como dijo Hamlet. Porque Bettina Miller se puede escuchar con bastante claridad, a pesar del hecho bastante curioso de que no se la ve en absoluto. ¿Ubicación actual? Digamos por el momento... en la Dimensión Desconocida.

Una pareja casada, Chris y Ruth Miller, son despertados por los lloriqueos de su pequeña hija, Tina. Chris va a ver cuál es el problema. Su perro, Mack, comienza a ladrar desde el patio trasero. Chris no puede encontrar a Tina ni dentro ni debajo de la cama, a pesar de que sus súplicas de ayuda parecen provenir de cerca, aunque de lejos. Él llama a Ruth a la habitación, y ella está igualmente desconcertada. Chris llama a su amigo físico, Bill, para pedir ayuda, y abre la puerta para dejar entrar a la casa a Mack, que ladra incesantemente. El perro corre debajo de la cama y desaparece, pero aún se escuchan ladridos, de nuevo cerca, pero lejos. Bill llega y ayuda a Chris a mover la cama para que pueda escanear físicamente el área donde estaba, marcando las patas con libros.