Los Fixies contra los Crabots

Aparentemente para niños, el film no solo tiene un argumento pobre y una historia que se agarra con pinzas, sino que suelta varias perlitas ya un poco añejas como aquello de “¡qué complicadas son las mujeres!”. En resumidas cuentas, a pesar de ir destinada a los más pequeños, no parece pensada para ellos.

No sabremos qué son ni de dónde vienen los Fixies. Aparecen allí como pequeñas hadas de colores y con la capacidad de convertirse en tornillos para pasar desapercibidos a ojos humanos. Y no se explica nada más, pues todo eso se contextualiza en la primera cinta. Por otro lado, los Crabots son los ayudantes artificiales de Rebeca y los encargados de batirse en duelo con los Fixies. En definitiva, sin la primera entrega, esta la entenderemos a medias.

Es triste ver cómo un tan buen trabajo de animación queda eclipsado por el guion. Los colores, efectos, tempos y movimientos están realmente bien hechos y se nota que se les ha dedicado tiempo y profesionalidad. Ese aspecto técnico es lo único destacable de la producción.

No solo los numerosos intentos fallidos de tener gracia son lo que devalúan esta película. Por ejemplo, encontramos comentarios peyorativos de los personajes hacia las mujeres. Por eso, la importancia al trabajo en equipo y la cooperación entre equipos rivales por un bien común -que también muestra la pieza-, quedan oscurecidos por este enfoque androcéntrico.

A lo mejor funciona como distracción, como una forma de matar el tiempo pero, desde luego, no como una fuente de valores y conocimientos como lo han sido muchas otras piezas para infantes.

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