Más allá del mal (Serie de TV)

Expectante serie coreana. Sus personajes son de los mejor, imperdibles actuaciones. Con giros inesperados que te llevan al medio de un mar de conjeturas sin atisbo certero.

Lo que me gusta de estas producciones es la calidad cinematográfica, por donde la mires, está bien realizada, profesionalmente realizada.

También me complace el trabajo de guion y su dedicación a la construcción de sus personajes, no importa el tiempo que duren en pantalla, algunos son memorables.

La recomiendo altamente, como otras. Esta serie es una de las mejores en su género.

Es difícil negar que 'Beyond Evil', uno de los kdramas más aplaudidos del año, tiene sus grandes momentos pero yo me pierdo un poco en su esfuerzo constante por sorprender y sus excesos melodramáticos. Agota que sea tan descaradamente manipuladora en sus giros para "engañar" al espectador, pero entiendo que justo por esos excesos muchos la han amado. No negaré que la he disfrutado hasta cierto punto y que hay momentos que me parecen muy logrados, pero el conjunto está lejos de encandilarme. Prefiero las obras más sutiles, se puede construir una buena trama que te mantenga enganchado y tenga un buen desarrollo sin forzar el cliffhanger en cada final de episodio. Incluso se pasan tanto con la música en momentos emocionales o clave que llega a ser algo molesto. ¿Recomendable? Viendo lo que ha gustado diría claramente que sí, pero está lejos de la excelencia que se le atribuye por algunas voces. Merece también la pena por el estupendo duelo interpretativo entre Yeo Jin-goo y Shin Ha-kyun que es, sin duda, lo mejor de la serie.

Acabo de terminar de ver la serie, y la verdad es que me gustó muchísimo. Debo reconocer que en el segundo episodio tuve que comenzarla de nuevo, pues para los que somos occidentales, al principio, hasta tanto familiarizarnos con los personajes nos cuesta distinguirlos, con la doble dificultad que también los nombres se nos confunden. Más allá de eso, el ritmo de la serie es cansino, pero atrapante. A mí me dio la sensación de que un capítulo por día es la dosis justa; es que no sólo que los episodios en su gran mayoría sobrepasan la hora de duración, sino que son tantos los detalles, los diálogos o las imágenes, que a menudo uno tiene que pausar y rebobinar.
La forma encadenada en la que está narrada -literalmente, cual si dibujáramos una cadena con todos sus eslabones- con esa marcha lenta y silenciosa hacia adelante, y esos retrocesos esclarecedores hacia el pasado; la forma en que está filmada, donde poco se muestra y casi todo se sugiere, pero de una manera tan bella que no es necesario apelar ni al golpe de efecto, ni a la acción cruda, ni a la violencia, la convierten en una de mis series coreanas preferidas. Y todo se sugiere con el ritmo adecuado, para estirar el misterio y mantener la intriga.
Si bien tiene algún bajón que la hace desvanecer un poco casi al final, el último capítulo recobra la intensidad drámatica y nos entrega un final a la altura de la serie.
Para mejor, a las imágenes perfectas, a los delicados planos, a los profundos diálogos de los protagonistas (como olvidar el "la confianza es caprichosa" de Dong Sik y "la confianza es un asunto emocional" como respuesta de Ju Won), a los silencios que dicen tanto también, se le suma una banda sonora que es de lo mejor que he escuchado jamás en este tipo de series. Es tan adecuada la selección de tracks para cada momento de la serie, que verdaderamente han acertado en todos. Y el que siempre, pero siempre queda bien, es el tremendo blues que es "The Nigth". Es tan maravilloso, como la serie misma.

Me pareció una gran muestra de ética y valores. Las personalidades representadas se complementan y las actuaciones son extraordinarias. Ojalá y las televisoras de todo el mundo tomaran el ejemplo de Corea de querer educar con valores al pueblo mientras lo divierte.