Amor zombie

El debut en la dirección del norteamericano Jeff Baena trae consigo una refrescante alternativa sobre el universo zombie, casi siempre entregado al terreno de lo truculento y a visiones bastante más dinámicas en su narración.

Con un estilo desenvuelto, impropio de un primerizo, esta vida después de Beth, se convierte por momentos en una muy inteligente comedia de terror, que sabe administrar con talento sus recursos, y encontrar un punto sentimental impropio de este tipo de producciones.

Por contra, el choque de género romántico y apocalíptico acaba por estirar irremediablemente su argumento, llegando a fracturar en parte su discurso, que no acaba de encontrar un espacio definitivo en el que asentarse, algo que posiblemente, dejará insatisfechos a muchos de los fanáticos del cine de muertos vivientes, entre los que se encuentra este que os escribe.

De su reparto, el concurso de un actor de la talla de John C. Reilly en el plano secundario, sirve para reforzar el protagonismo de un actor joven pero muy prometedor llamado Dane DeHaan, al que ya hemos visto como villano en las recientes entregas de "Spiderman". Completan Anna Kendrick y Aubrey Plaza, que da vida desde la muerte a la Beth del título.

Un trabajo definitivamente recomendable, que sin ser absolutamente memorable, convence por su carácter cercano y original, bien expresado en una conclusión brillante, que echa por tierra toda posibilidad de reconciliación sensiblera.

Flojita. Empieza muy bien; la primera media hora es brillante y original: costumbrismo terrorífico que se va escorando hacia el humor negro. Pero avanza y va decayendo; se encharca en el tópico de la ficción más coyuntural y se ahoga en la tontería y el no saber ni qué contar ni hacia dónde ir.
Muy poca cosa. Se ve con el mismo agrado que falta de interés. Tan simpática como anodina. Una nadería que acumulará polvo en el cuarto oscuro de las pelis que hacen bulto y no dicen nada.
Los chicos (actor y actriz) están bien.

Pues sí, la vida continúa tras su visionado, pero con la ingrata sensación de haber perdido hora y media de tu vida viendo una película sin garra alguna, llena de situaciones faltas de ingenio ni desarrollo y, básicamente, ABURRIDÍSIMAS. No hay manera de creerse personaje alguno ni empatizar con ellos. Plana y soporífera pese al atractivo de la premisa.

Life After Beth se une al nutrido grupo de zomedias dirigidas a un público mayoritariamente joven, al estilo de Memorias de un Zombie Adolescente. Presentada el pasado mes de enero en el Sundance Film Festival, la película ha desfilado por numerosos certámenes de todo el mundo, incluido el Festival de Sitges 2014. El debut en la dirección de Jeff Baena aporta bien poco a un género demasiado explotado. Co-guionista de la comedia Extrañas Coincidencias, Baena prueba ahora con la realización de su primer largometraje donde también se ha encargado de escribir el guión.

Sin llegar a aburrir, el argumento se muestra algo superficial y busca con perseverancia la carcajada fácil. A veces lo consigue y otras se queda en el intento. Sin duda, los personajes son lo mejor de este apartado. Aunque repletos de los tópicos habituales en las comedias, dan el juego necesario para que los actores puedan mostrar ante la cámara, la mayor parte de sus dotes interpretativas. Es en este punto donde sale a relucir lo mejor de la producción, su elenco.

Aubrey Plaza interpreta con naturalidad a la zombie Beth. La actriz de Seguridad no Garantizada, consigue realizar una actuación muy redonda y creíble. También el joven Dane DeHaan está realmente acertado en el papel de Zack, el muchacho enamorado de Beth. De Haan da vida al Duende Verde, en The Amazing Spiderman 2 y próximas secuelas. Además, la presencia de un intérprete de la talla de John C. Reilly, encarnando al padre de Beth, aumenta la calidad del film. Reilly, nominado al Oscar 2003 como mejor actor secundario por su trabajo en Chicago, ha participado en gran cantidad de producciones, junto a los más grandes del panorama internacional.

Zack está destrozado tras el reciente fallecimiento de su querida novia Beth. Anda por ahí sin ganas de vivir y sólo piensa en las cosas que quedaron pendientes de hacer con su pareja. Cuando, de repente, descubre que Beth ha vuelto a la vida, casi le da algo. Con dificultades consigue que sus suegros le dejen retomar la relación con su enamorada. No tardará en descubrir que el carácter y la apariencia de su novia no son como él recordaba.

Típica y tópica comedia de terror adolescente, cuyo punto fuerte radica en un elenco de actores de primer nivel, que además se muestran implicados con la producción. Para los amantes del cine de muertos vivientes convencional, deseosos de un baño de sangre, es una película para evitar a toda costa.

http://www.terrorweekend.com/2014/10/life-after-beth-review.html

Este Romeo y Julieta zombie tiene encanto, es original y, aunque es una película menor, tiene puntos a su favor como esa imprevisibilidad en su desarrollo. ¿Es una película de zombies? ¿Es una comedia romántica? ¿Es un melodrama indie? Quizás intentar etiquetarla sea lo peor que puede hacerse con ella. Es una buena película, de eso no cabe duda, es original y está muy bien interpretada, tiene ritmo (lento pero seguro) y es entretenida. Pero es que ademas de todo eso, es una entrañable comedia de zombies que huye de todos los tópicos y explora caminos desconocidos. Si sois amantes de las películas de zombies mejor no os acerquéis a "Life after Beth" porque esto es otra cosa. Aquí no hay sangre ni vísceras, solo hay ganas de reescribir el genero y cruzarlo con otros. Y el resultado es sorprendentemente bueno, sin necesidad de dar demasiadas explicaciones sino dejar que el espectador disfrute de cuanto sucede (independientemente del porque sucede). Ese es el secreto de las buenas películas, que no necesitan trampas ni explicaciones innecesarias. Y "Life after Beth" es una buena película, es modesta y vaporosa como la seda china. Y al fin y al cabo ¿no es eso lo que buscamos desde que aparecen los créditos hasta que vemos la palabra "fin"?